Concentraciones en Chile abarcan más de 10 mil personas en las calles
Un observador de derechos humanos fue herido en los incidentes cerca de la casa de Gobierno de Chile.
Unas 10.000 personas se concentraron pacíficamente por demandas sociales en el centro de Santiago, ellos estuvieron acompañados de policías que enfrentaban distintos incidentes violentos con otros manifestantes.
Se escuchaban detonaciones de explosivos, olía a gases lacrimógenos y se veía humareda en el turístico cerro Santa Lucía. Volaron piedras de ambos lados de la gran avenida donde está el palacio de La Moneda, sede presidencial, en nuevos incidentes en distintos frentes de una marcha dispersa por el cerco de seguridad.
En contexto: Violentos enfrentamientos en décimo día de estallido social en Chile
La llamada "Segunda Gran Marcha de Chile" en redes sociales, convocó 10.000 personas en la misma plaza Italia donde el viernes pasado más de un millón de personas sin líder ni color político manifestaron pacíficamente por una sociedad más igualitaria.
"¡Chile despertó!", coreaban cientos de manifestantes que se acercaron al cordón policial más próximo a la presidencia, mientras policías con camiones y trajes antimotines esquivaban piedras y palos que lanzaron los más radicales gritando "Piñera renuncia".
Tras 11 días de un estallido social sin precedentes en los 29 años de democracia, ninguna medida del gobierno de Sebastián Piñera ha logrado bajar la tensión en las calles, donde convive un gran movimiento que reclama un país menos desigual, y otro numéricamente inferior, con un discurso antisistema, más radical, que ha originado destrozos millonarios en infraestructuras.
Más información: Al menos 30 heridos, algunos de bala, por protestas en Bolivia
La incertidumbre prima en la cotidianidad del chileno, acostumbrado en casi 30 años a la estabilidad política tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90) y al buen estado de su economía de mercado, con una inflación que fluctúa entre el 2 y el 3 % anual, un dólar estable, un bajo desempleo (del 7 % en promedio) y altas tasas de crecimiento.
Pero la amplia clase media que emergió en el país coincide en expresar su frustración con un sistema de flexibilidad laboral, bajas pensiones, salud y educación privadas y percibe al actual Gobierno como un grupo de empresarios desconectados de la realidad.