Breadcrumb node

Cuatro muertos deja tiroteo en tienda de comestibles en Arkansas

La Policía continúa investigando el tiroteo ocurrido en Fordyce, Arkansas.

Publicado:
Actualizado:
Domingo, Junio 23, 2024 - 09:13
Imagen de referencia, crimen y crónica roja
Imagen de referencia, crimen y crónica roja.
Montaje RCN Radio

Una cuarta víctima murió este sábado por la noche tras un tiroteo en una tienda de comestibles en Fordyce, Arkansas, según informaron las autoridades. La Policía continúa investigando el ataque que ha conmocionado a la pequeña comunidad.

El incidente ocurrió en la tienda Mad Butcher este viernes, cuando un hombre armado abrió fuego, matando a cuatro personas e hiriendo a otras nueve. Las edades de las víctimas fatales oscilan entre 23 y 81 años. El presunto tirador, identificado como Travis Eugene Posey, de 44 años, se enfrenta a cuatro cargos de asesinato capital, con posibles cargos adicionales pendientes, según un comunicado de la Policía Estatal de Arkansas. Posey comparecerá ante el tribunal este lunes, informó el fiscal del condado de Dallas, Eric Marks.

Lea más: Maduro llama a migrantes venezolanos a regresar: "vamos es pa'lante y nadie nos va a detener"

Las fuerzas del orden respondieron al tiroteo alrededor de las 11:30 am, intercambiando disparos con el sospechoso. Un video tomado con un teléfono celular muestra a un hombre en el estacionamiento apuntando con un arma larga y disparando en múltiples direcciones. Matthew Gill, gerente de carnes de Mad Butcher, relató a CNN que un hombre entró a la tienda con una escopeta y se desató un tiroteo con la Policía.

Posey fue “tratado por lesiones que no ponen en peligro su vida después de intercambiar disparos con las autoridades” y trasladado al Centro de Detención del Condado de Ouachita, señaló la Policía estatal. Aún no está claro si Posey ha contratado asesoría legal.

Las víctimas fallecidas fueron identificadas como Callie Weems, de 23 años, Roy Sturgis, de 50 años, Shirley Taylor, de 62 años, y Ellen Shrum, de 81 años. Angela Atchley, hija de Shirley Taylor, describió a su madre como "la mujer más trabajadora que conozco" y una "gran persona". "Estamos completamente perdidos", expresó Atchley.

El ataque dejó heridas a siete personas: cinco mujeres y dos hombres de entre 20 y 65 años. Cuatro de ellos permanecen hospitalizados, incluida una mujer en estado crítico. Tres víctimas fueron tratadas y dadas de alta el viernes. Además, dos agentes de Policía resultaron heridos: uno fue dado de alta del hospital el sábado por la noche y el otro sufrió heridas leves.

Este tiroteo se suma a una serie de ataques similares en Estados Unidos, con 24 tiroteos masivos registrados en la última semana, según el Archivo de Violencia con Armas. Hasta ahora, en 2024 han ocurrido al menos 238 tiroteos masivos en el país, definidos como incidentes donde cuatro o más personas resultan heridas, excluyendo al tirador.

Katrina Doherty, quien estaba comprando con su hija de 18 años y su hijo de 4, describió el caos que se desató. "Primero pensé que escuché algo caer, pero luego vi romperse un vidrio y alguien caer al suelo. Fue entonces cuando supe que estaban haciendo disparos". Doherty y otros clientes se escondieron en un congelador para escapar del tirador. "Corrimos allí muy rápido. Todavía escuchamos disparos", dijo Doherty. “Era como en cámara lenta. Mi hija me dijo: 'Mamá, pellizcame, esto no puede ser real'. Y yo dije: 'Cariño, es real'”.

No se pierda: Protestas en Tel Aviv contra Netanyahu: manifestantes piden elecciones y liberación de rehenes en Gaza

David Rodríguez, que estaba en una gasolinera cercana, escuchó “explosiones” que inicialmente pensó que eran fuegos artificiales. “Luego noté que las ventanas delanteras de la tienda de comestibles estaban rotas, como si las hubieran 'abierto a tiros'”, comentó Rodríguez.

Dentro de la tienda, el grupo en el congelador soportó el frío en "modo pánico", rezando y tratando de mantener la calma. Doherty recordó cómo su hijo comenzó a llorar, pero lograron calmarlo para evitar atraer la atención del tirador. “Estábamos sentados allí y orando. Mi hijo casi muere congelado. Intentamos callarlo, pero decía que quería a su papá”.

Tras unos 15 minutos de angustia, los trabajadores de la tienda abrieron la puerta del congelador cuando escucharon a la Policía afuera y escoltaron a los refugiados a un lugar seguro. Una vez fuera, Doherty se reunió con sus hijas gemelas de 15 años, quienes estaban esperando en el auto durante el tiroteo.

Fuente:
Sistema Integrado de Información