El G7 declara que no reconoce la legitimidad de la investidura de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela
Condena del G7 a la toma de posesión de Maduro en Venezuela, calificándola de ilegítima y represiva, exigiendo respeto a los derechos fundamentales.
Los líderes del Grupo de los Siete (G7) condenaron la toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela para el periodo 2025-2031, calificándola de “ilegítima” y carente de respaldo democrático.
A través de un comunicado difundido por el Departamento de Estado de Estados Unidos, el G7 rechazó de forma categórica lo que consideran una imposición del poder por parte de Maduro, en desmedro de la voluntad popular expresada en las elecciones del 28 de julio de 2024.
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"Rechazamos la continua y represiva búsqueda del poder por parte de Maduro a expensas del pueblo venezolano, que votó por el cambio de manera pacífica y en gran número el 28 de julio de 2024, según observadores independientes y registros electorales disponibles públicamente", indicó el documento.
El pronunciamiento, respaldado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos, también denunció la creciente represión contra la sociedad civil y miembros de la oposición.
Entre las principales preocupaciones destaca la persecución a líderes opositores, especialmente a María Corina Machado, víctima de intimidaciones y agresiones en medio de manifestaciones pacíficas.
A pesar de que la mayoría opositora sostiene que Edmundo González Urrutia fue el verdadero ganador de los comicios presidenciales, Nicolás Maduro fue juramentado por la Asamblea Nacional, órgano controlado por el chavismo. Tras las elecciones, González Urrutia se exilió en España tras recibir asilo político y un salvoconducto, evidenciando, según el G7, la falta de garantías para la participación política en Venezuela.
"En una democracia, ningún dirigente político debería verse obligado a buscar refugio fuera de su patria. Este hecho inaceptable pone de relieve la urgente necesidad de que en Venezuela se cree un entorno en el que la participación democrática pueda florecer sin temor a represalias", mencionó el comunicado.
Además, el G7 expresó su “profunda preocupación” por las detenciones arbitrarias y las violaciones de derechos humanos cometidas contra civiles, incluidos niños, jóvenes y activistas, durante las protestas pacíficas que se han intensificado tras los cuestionados resultados electorales.
Los líderes internacionales reiteraron su apoyo al pueblo venezolano y exigieron el respeto a los derechos fundamentales, al tiempo que hicieron un llamado a la comunidad internacional para redoblar esfuerzos en la búsqueda de una solución pacífica y democrática a la crisis que atraviesa Venezuela.