Emmanuel Macron, presidente de Francia, nombra a su aliado François Bayrou como nuevo primer ministro
Emmanuel Macron nombra a François Bayrou como Primer Ministro de Francia en un gesto político y personal. Lee más sobre su controvertida trayectoria.
Este viernes 13 de diciembre, tras más de una hora y media de suspenso, Emmanuel Macron finalmente anunció el nombramiento de François Bayrou como Primer Ministro de Francia. La decisión coincide con el aniversario de Enrique IV, figura histórica que ha fascinado al alcalde de Pau, quien incluso le dedicó un libro. Este guiño temporal subraya el simbolismo de un acto que no solo es político, sino también personal.
El nombramiento no sorprende del todo. Bayrou, presidente del Movimiento Democrático (MoDem), es un aliado histórico del presidente Macron, quien en parte le debe su llegada al poder en 2017. En aquel entonces, Bayrou retiró su candidatura presidencial y brindó su apoyo a Macron, facilitando su triunfo. Desde entonces, el líder del MoDem ha ocupado un lugar importante en el entorno político del presidente, aunque su trayectoria no ha estado exenta de controversias.
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Con 73 años, Bayrou tiene un perfil que contrasta con el "nuevo mundo" que Macron prometió al inicio de su mandato. Su carrera política es amplia y tradicional: veinticinco años como consejero general de los Pirineos Atlánticos, diecinueve años como diputado, ocho como presidente del consejo general, diez como alcalde de Pau y cuatro como ministro de Educación Nacional en los gobiernos de Édouard Balladur y Alain Juppé. Además, ha sido candidato presidencial en tres ocasiones, logrando su mejor resultado en 2007 al quedar en tercer lugar.
En el primer gobierno de Macron, Bayrou fue nombrado Guardián de los Sellos, pero su gestión duró solo 35 días debido al escándalo de los asistentes parlamentarios de los eurodiputados del MoDem. Aunque esta experiencia dejó heridas políticas, el presidente lo mantuvo cerca, otorgándole en 2020 el cargo de Alto Comisionado de Planificación, una posición hecha a medida para él.
Una figura polémica dentro del espectro político
Bayrou es un demócrata cristiano con fuertes convicciones. Sus decisiones políticas, como pedir el voto para François Hollande en 2012, han generado tensiones con la derecha tradicional, donde algunos lo consideran un hombre de izquierda. Estas críticas resurgieron tras su designación, con varios parlamentarios de derecha expresando su preocupación sobre cómo trabajar con él. En un esfuerzo por mitigar estas tensiones, Bayrou se reunió recientemente con el líder del grupo LR en el Senado, Bruno Retailleau.
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Entre sus prioridades destacan el rechazo a posiciones dogmáticas, la lucha contra la deuda pública, la implementación de la representación proporcional y la defensa de las escuelas. A menudo, Bayrou ha expresado opiniones divergentes dentro del macronismo, como durante las reformas de las pensiones y el movimiento de los chalecos amarillos, donde abogó por cambios profundos en el método de gobierno.
Padre de seis hijos, Bayrou ha dirigido la Unión para la Democracia Francesa (UDF) y posteriormente el MoDem. Su estilo político directo y su carácter fuerte le han permitido mantenerse como una figura relevante en la política francesa, a pesar de los retos y los escándalos.