Israel prepara incursión en Líbano por túneles, según el WSJ
Los túneles subterráneos representan una amenaza considerable para la seguridad israelí.
El ejército de Israel ha estado realizando incursiones limitadas en el sur del Líbano, según informes del diario estadounidense The Wall Street Journal. Estas operaciones, descritas como "selectivas", han involucrado a fuerzas especiales israelíes entrando en túneles excavados por el grupo chií Hezbolá cerca de la frontera entre ambos países, en lo que parece ser una fase de preparación para una posible ofensiva terrestre a gran escala.
Los túneles subterráneos, que han sido una característica estratégica de Hezbolá, representan una amenaza considerable para la seguridad israelí, ya que permiten el movimiento encubierto de combatientes y armamento a lo largo de la frontera, especialmente hacia Israel. Estos túneles se han utilizado en el pasado para ataques sorpresa, y la red de túneles de Hezbolá se extiende por cientos de kilómetros, como lo confirmó Tal Beeri, experto en guerra subterránea, a principios de este año. En 2018 y 2019, Israel llevó a cabo una operación para destruir algunos de estos túneles, que incluían instalaciones avanzadas, como electricidad y sistemas ferroviarios para el transporte de equipos.
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El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha insinuado abiertamente la posibilidad de una incursión terrestre en el Líbano, declarando que la reciente eliminación del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, es un "paso importante", pero que Israel está preparado para usar todas las capacidades militares necesarias para asegurar sus fronteras. Gallant afirmó que los soldados israelíes formarían parte esencial de estos esfuerzos, y el jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi, fue aún más explícito, diciendo que las tropas estarían listas para entrar en aldeas preparadas como "puestos militares avanzados" por Hezbolá.
El trasfondo de esta escalada es una serie de ataques con cohetes y drones lanzados desde el sur del Líbano hacia el norte de Israel, lo que ha dejado ciudades deshabitadas y provocado una fuerte respuesta militar israelí. En las últimas semanas, los ataques aéreos israelíes han golpeado infraestructuras clave de Hezbolá, incluidos depósitos de armas y lanzadores de misiles, además del ataque que acabó con la vida de Nasrallah. Estas operaciones han ido acompañadas de acciones encubiertas, como la detonación de dispositivos electrónicos que han matado a varios miembros de Hezbolá.
A pesar de la determinación israelí de continuar con las operaciones militares, Estados Unidos ha ejercido una presión considerable para evitar una invasión terrestre. El gobierno estadounidense ha expresado en repetidas ocasiones su oposición a este tipo de ofensiva, abogando en cambio por una solución diplomática. Sin embargo, fuentes anónimas han señalado que, aunque Israel no ha tomado una decisión definitiva sobre la incursión terrestre, es probable que una operación de este tipo tenga un alcance limitado si llega a llevarse a cabo.
Hezbolá, por su parte, ha prometido estar listo para cualquier enfrentamiento. En una declaración pregrabada, el líder adjunto del grupo, el jeque Naim Qassem, aseguró que la organización está preparada para resistir cualquier operación terrestre israelí. Este desafío aumenta la tensión en una región ya inestable, y la posibilidad de un conflicto mayor parece inminente.
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Desde los ataques iniciales en octubre, que Hezbolá justificó como apoyo a Hamás en Gaza, los enfrentamientos transfronterizos han sido frecuentes. Las FDI han estado involucradas en operaciones más allá de la frontera, y en abril, cuatro soldados israelíes resultaron heridos en una explosión durante una operación de reconocimiento en territorio libanés.
Las FDI han completado recientemente la movilización de dos brigadas de reserva, Etzioni y Alon, para reforzar las tropas en el norte de Israel. A pesar de los preparativos para una posible ofensiva terrestre, Israel aspira a que la operación sea lo más breve posible y está evaluando sus opciones cuidadosamente. Sin embargo, una vez que los combates terminen, las FDI han dejado claro que cualquier acuerdo de alto el fuego deberá ser respaldado por la capacidad militar necesaria para evitar que Hezbolá se restablezca cerca de las comunidades fronterizas israelíes.