Israel solicitó a Líbano controlar a Hezbolá para no poner en riesgo el acuerdo de cese al fuego

Israel Katz, ministro de Defensa israelí, advirtió que el alto el fuego entre Israel y Hezbolá podría provocar una escalada militar más amplia si el Líbano no controla al grupo terrorista. En sus declaraciones, Katz enfatizó que el Estado libanés ya no gozará de inmunidad si las hostilidades se reanudan.

Esta postura llega después de que un ataque de mortero lanzado por Hezbolá desde el Líbano hacia Israel rompiera la frágil tregua alcanzada la semana pasada, poniendo en jaque el acuerdo mediado por Francia y Estados Unidos. En represalia, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron posiciones de Hezbolá en el sur del Líbano.

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Durante una visita a las fronteras del norte, Katz afirmó: "Mostraremos máxima respuesta y tolerancia cero" ante cualquier violación del alto el fuego. Añadió que las recientes acciones de Hezbolá demuestran la fragilidad del acuerdo y advirtió que "si el pacto colapsa, las represalias israelíes no distinguirán entre Hezbolá y el Estado libanés."

Simultáneamente, un ataque aéreo israelí cerca del Aeropuerto Internacional de Damasco acabó con la vida de Salman Jumaa, alto oficial de Hezbolá y enlace entre la organización y el ejército sirio. Según las FDI, Jumaa facilitaba el transporte de armas desde Siria hacia el Líbano, un aspecto clave en la relación entre Hezbolá y el régimen sirio.

"Su eliminación es un golpe significativo al atrincheramiento de Hezbolá en Siria y a su capacidad para rearmarse," señalaron las FDI. Además, se informó que Jumaa ocupaba roles estratégicos, incluyendo operaciones de inteligencia y coordinación militar en Siria y el Líbano.

El acuerdo de tregua estipula que Israel retirará sus tropas del sur del Líbano en un plazo de 60 días, cediendo el control de la región al ejército libanés, mientras que Hezbolá deberá desmantelar su infraestructura militar. Sin embargo, Israel ha recibido garantías de Estados Unidos de que podrá responder ante cualquier violación del pacto y realizar vuelos de reconocimiento sobre territorio libanés.

El ejército libanés, hasta ahora considerado incapaz de contrarrestar el poderío de Hezbolá, ha intensificado sus esfuerzos para reclutar nuevos soldados y reforzar su presencia en la región. Actualmente cuenta con 80,000 efectivos, de los cuales 5,000 están desplegados en el sur del país.

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Preocupación internacional

Francia y Estados Unidos, mediadores clave en el proceso, han instado a ambas partes a contener las hostilidades para evitar que el acuerdo se desmorone. No obstante, la reciente violencia, sumada al ataque aéreo israelí en Siria, genera preocupación sobre una posible reanudación del conflicto.

Mientras tanto, medios afiliados a Hezbolá informaron sobre ataques adicionales con drones israelíes en localidades del sur del Líbano como Beit Lif y Deir Seryan, intensificando aún más las tensiones en la región.