Le hizo creer que eran novios para asesinarla y así quedarse con su casa
Tras atar a la víctima, le colocó cinta adhesiva en la boca y la nariz y la observó morir de asfixia.
Un hombre residente de Pensilvania, Estados Unidos, es señalado de presuntamente secuestrar y asesinar a una mujer a la que le hizo creer que era su novia, con la intención de apoderarse de su vivienda.
John Matthew Chapman, de 40 años, fue capturado luego de que un amigo de la víctima denunciara en noviembre de 2019 no saber nada de ella por semanas, por lo que las autoridades se dirigieron hasta su residencia para verificar si se encontraba en ella. Al notar que no había nadie en la casa, los uniformados decidieron indagar un poco sobre la mujer con sus vecinos.
Estos aseguraron no haberla visto desde aproximadamente dos meses, pero comentaron que habían observado a una persona que creían era su novio, entrar y salir de la casa de la víctima. Con estas declaraciones, la policía esperó a que llegara Chapman, y al ingresar al predio, hallaron una tarjeta de identificación falsa de la CIA con el nombre y la fotografía del hombre, el teléfono celular de la víctima, múltiples tiras de plástico y un rollo de cinta adhesiva.
A los pocos días el sujeto fue detenido, y durante su interrogatorio John Matthew admitió que en septiembre de 2019 condujo a la víctima desde Bethel Park, Pennsylvania a Las Vegas, Nevada. Además, aseguró que engañó a la víctima para que creyera que el viaje era de vacaciones y que comprarían una casa. Chapman, sin embargo, había planeado matar a la mujer y tenía un "kit de asesinato" listo antes de su partida a Nevada.
El acusado dijo a los investigadores que condujo a la supuesta novia al desierto en el condado de Lincoln, Nevada. Con el pretexto de hacerle una sesión de fotos, le ató las manos y los pies con tiras de plástico a los tubos de un cartel de publicidad. Luego colocó cinta adhesiva en la boca y la nariz y la observó morir de asfixia.
La investigación reveló que Chapman regresó a Pensilvania, y se instaló en la vivienda de la víctima después de su muerte y la hizo pasar por suya.
Si es declarado culpable, el hombre enfrenta la pena máxima de cadena perpetua o muerte.