Sánchez se juega su última carta para que Podemos apoye su investidura
De no lograr un acuerdo se llevarán a cabo unas nuevas elecciones el 10 de noviembre.
El socialista Pedro Sánchez hizo su última oferta a la formación izquierdista Unidas Podemos (UP) para que apoye su investidura como presidente del Gobierno de España, que incluye una vicepresidencia de Asuntos Sociales y tres ministerios.
La oferta de Sánchez incluye los ministerios de Vivienda y Economía Social; Sanidad, Asuntos Sociales y Consumo, y el Ministerio de Igualdad, y la vicepresidencia sería ocupada por Irene Montero, número dos de UP.
Según fuentes socialistas, además el Partido Socialista (PSOE) ofreció a Unidas Podemos competencias en cooperación internacional, la Agenda 2030 y Asuntos Migratorios.
Los socialistas consideran que UP "debe rectificar" sobre sus demandas en la negociación de la investidura y el Ejecutivo de coalición y tiene que entrar "en razón" ante la propuesta que les han hecho para entrar en el Gabinete de Sánchez, según indicaron a Efe fuentes gubernamentales.
Las fuentes destacaron las ofertas que ha ido haciendo el equipo socialista a lo largo de toda la negociación y lamentaron que hayan sido rechazadas "inexplicablemente" por la formación liderada por Pablo Iglesias.
Poco antes, el presidente en funciones del Gobierno español había llamado a Iglesias para comunicarle que esta era su última oferta y que no cedería las competencias exigidas por su partido para entrar en un Gobierno de coalición.
Para llegar a un acuerdo, UP reclamaba las competencias de Hacienda, Trabajo, Transición Ecológica e Igualdad, además de la vicepresidencia para Montero.
También exigían llevar a cabo medidas como la subida del salario mínimo, los permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles, escuelas públicas y gratuitas de 0 a 3 años, reducción de tasas universitarias, bajada de la factura de la luz, medidas contra la emergencia climática o el impuesto a la banca para recuperar el rescate bancario.
En esa llamada Sánchez insistió a Iglesias en que su propuesta era una "buena oferta", según fuentes socialistas, que reiteraron la necesidad de desbloquear la situación para que "España siga avanzando".
Todo esto se produjo después de que las negociaciones entre ambos partidos se hubiesen suspendido al no llegar a un entendimiento, una vez que UP denunciara que los socialistas no quieren compartir "ninguna competencia social".
El PSOE decidió interrumpir la negociación a la espera de que la formación de Iglesias diera una pronta respuesta a su nueva oferta.
Sin embargo, UP recordó que "para aproximar posiciones con el PSOE" ellos ya renunciaron a los ministerios de Estado como Interior, Justicia o Exteriores y aceptaron también el veto de Pedro Sánchez a Iglesias, "algo inédito en los acuerdos de gobiernos de coalición".
El plazo límite para las negociaciones es las 2:30 p.m., hora local, de este jueves, momento en que el Congreso tiene previsto celebrar la segunda votación.
En caso de que fracase, el rey Felipe VI de España tendría que proponer un nuevo candidato, cuya investidura sería llevada al Congreso en septiembre.
Si transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura ningún candidato hubiera obtenido el respaldo de la Cámara, el Parlamento quedaría automáticamente disuelto y se convocarían nuevas elecciones que se deben celebrar 47 días después, en este caso el 10 de noviembre.
A la espera de los resultados de las negociaciones, el Partido Socialista aplazó la reunión de su Ejecutiva, prevista inicialmente para este jueves, y que finalmente también tendrá lugar mañana.