Si Trump es absuelto en juicio político podría causar más violencia: Fiscales
Este viernes es el turno del equipo legal de Trump que también tendrá hasta 16 horas para exponer su defensa.
Los legisladores demócratas que hacen de fiscales en el juicio político contra el expresidente de Estados Unidos Donald Trump aseguraron este jueves, el tercer día del proceso, que si es absuelto podría volver a causar violencia o servir de inspiración a otros funcionarios o gobernantes en el futuro.
Con este fin, los fiscales demócratas hicieron hincapié en la falta de remordimiento mostrada por Trump ante el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero para solicitar su inhabilitación para ejercer cargos públicos en el futuro.
Trump "difundió mentiras para incitar al ataque violento contra el Capitolio, nuestras fuerzas de seguridad y todos nosotros, y luego mintió de nuevo a su base para decirles que estaba todo bien, que todo esto era aceptable", dijo uno de los fiscales, Ted Lieu, durante su intervención en el Senado, donde se desarrolla el "impeachment", como se denomina el juicio político en inglés.
"Y es por eso que el presidente Trump es tan peligroso -agregó-, porque haría que todos nosotros, todos los estadounidenses creyeran que cualquier presidente puede venir tras él y hacer exactamente lo mismo".
Por ello, Lieu consideró que "la falta de remordimiento es un factor importante en el juicio político, porque un juicio político, una condena, una descalificación no es solo sobre el pasado, es sobre el futuro, es asegurarse que ningún funcionario en el futuro ni ningún presidente hace exactamente lo mismo que el presidente Trump".
Y es que, para los demócratas, dicha falta de remordimiento "muestra sin duda" que Trump ocasionará perjuicios en el futuro si se le permite, con lo que debería ser inhabilitado para ejercer de nuevo cargos públicos.
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Durante esta jornada los nueve fiscales demócratas completaron sus alegatos antes de dar paso a los argumentos de la defensa, que comenzaran mañana, viernes.
Trump afronta el cargo de haber incitado a la insurrección por el asalto al Capitolio por parte de una turba de sus seguidores, que irrumpió en su interior cuando las dos cámaras del Congreso celebraban una sesión conjunta para refrendar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones del noviembre.
Minutos antes de ese asalto, Trump, que en aquel momento aún no había reconocido su derrota electoral, pronunció un discurso desde la Casa Blanca en el que instó a sus partidarios a marchar hacia la sede del Congreso y reiteró sus denuncias sin pruebas de que hubo un fraude en los comicios.
Incitar a la violencia es un patrón de Trump
Más allá de los hechos de ese día, los fiscales demócratas quisieron probar este jueves que Trump llevaba desde hacía tiempo animando a sus seguidores a la violencia, mucho antes del pasado 6 de enero y para ello se apoyaron en vídeos.
"El 6 de enero fue una culminación de las acciones del presidente, no una aberración de ellas", recordó el jefe de los fiscales, Jamie Raskin, quien subrayó que "la insurrección fue el episodio más violento y peligroso hasta ahora de la práctica y patrón continuado de Donald Trump de incitar a la violencia".
Para ilustrarlo, Raskin dedicó buena parte de su intervención a hablar de la irrupción de cientos de manifestantes armados en el Capitolio estatal de Michigan, el pasado 30 de abril, para protestar por las medidas adoptadas para frenar la expansión de la covid-19.
Y afirmó que "el asedio a la cámara de Michigan fue efectivamente un ensayo a nivel estatal del asedio al Capitolio de Estados Unidos, al que Trump incitó el 6 de enero".
El expresidente no condenó ese ataque en Michigan y respondió con críticas a la gobernadora progresista, Gretchen Whitmer, quien meses más tarde fue blanco de un presunto intento de secuestro y posible asesinato, por el que 13 personas han sido imputadas.
Más allá de sus argumentos, los demócratas volvieron a mostrar este jueves videos de la multitud de seguidores de Trump que irrumpieron en el Capitolio, en unas imágenes que más que destinadas a convencer a los republicanos parecían dirigidas a la audiencia de televisión.
Mientras, el abogado de la defensa, Bruce Castor, insistió en declaraciones a la cadena de televisión CNN que ninguno de los manifestantes ha reconocido que el expresidente les ordenara entrar. "¿Hay alguien que haya dicho que escucharon directamente del presidente Trump decir eso?", se preguntó.
La defensa de Trump se prepara ahora para explicar sus argumentos a partir de mañana, viernes, y ya ha advertido que no le tomará mucho tiempo, pese a que cada una de las partes dispone de 16 horas a lo largo de dos días para exponer sus alegaciones.
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"Será tan corto como sea posible", dijo otro de los abogados del exmandatario, David Schoen, en una entrevista con el canal Fox News, donde se quejó de "la falta completa del debido proceso y de investigación en este caso, y de que no haya oportunidades de testar las pruebas".
Todo indica que el "impeachment" terminará a finales de esta semana: El legislador republicano Roy Blunt, que representa a Misuri, subrayó a los periodistas que podría ser el sábado, mientras que la demócrata Debbie Stabenow opinó que podría acabar o bien a última hora de ese día o el domingo después del mediodía.
Para lograr una resolución condenatoria a Trump, los demócratas necesitan el respaldo de dos tercios de la cámara, que no parece que vayan a tener, ya que cuentan con 50 escaños y nada indica que haya suficientes republicanos -17- dispuestos a votar en contra del expresidente.