Estremecedor testimonio sobre la muerte del capitán Solano
Según la Fiscalía, al capitán Solano lo mataron solo por el hecho de ser policía.
La Fiscalía General reveló un estremecedor testimonio en la imputación de cargos contra tres personas por el asesinato del capitán de la Policía Jesús Alberto Solano Beltrán, quien fue atacado cuando impedía que saquearan un establecimiento comercial en el municipio de Soacha (Cundinamarca).
Un testigo indicó que los ahora detenidos no solo atacaron con armas cortopunzantes al oficial sino que también querían quemarlo vivo. Finalmente, según señaló, lo arrastraron y dejaron abandonado cerca de unos agentes del Esmad que se encontraban en la Autopista Sur.
Durante la audiencia de solicitud de medida de aseguramiento contra Jesús Antonio Castillo Londoño y los hermanos Michaell Esteban y Juan Sebastián Vélez Meza, el delegado de la Fiscalía leyó la declaración juramentada del testigo sobre todo lo que ocurrió en la noche del 28 de abril.
“El día 28 de abril del año 2021 salí a las marchas sobre las dos de la tarde. Caminé la marcha por todo la autopista Sur hasta el parque desde, León XIII hasta el parque de Soacha. Allá estuve un rato y luego llegué a mi casa y volví a salir nuevamente a las seis de la tarde y me ubiqué cerca del puente peatonal de Soacha. Allí habían [sic] varias personas reunidas y unos estaban lanzando piedras. Luego vi que la policía se regresó hacia Bogotá y algunos de los que estaban marchando salimos para San Mateo", indicó.
Describió con lujo de detalles todo lo que sucedió con el cajero automático de Bancolombia.
“Cuando yo iba pasando por la terminal de transporte Bolivariano, vi que unos sujetos estaban rompiendo el cajero automático de Bancolombia, que está ubicado en esa equina. Vi que uno de los tipos que estaban rompiendo el cajero era Jesús Antonio Castillo, a quien le dicen ‘El Enano’ o "Chucho’, y lo conozco porque vive en el barrio Santa Ana Compartir. Además, distinguí a otro, al que le dicen ‘El Negro’, que también vive en el mismo barrio, y en ese momento observé a unos policías de civil que llegaron a grabar cómo rompían el cajero y a ver quiénes eran los que estaban hurtando”.
En la declaración juramentada que entregó el testigo el jueves 29 de abril ante la Fiscalía General de la Nación reseñó cómo empezó la agresión contra los agentes de la Policía y específicamente contra el capitán Solano.
“En ese momento, el sujeto al que le dicen ‘El Negro’ se dio cuenta que a uno de los policías se le veía la pistola y señalándolos comenzó a decirle a todos los sujetos que estaban allí, que eran policías infiltrados. Los policías, al darse cuenta que los tenían identificados, salieron corriendo en diferentes direcciones, ya que les habían empezado a lanzar piedras y uno de los policías (capitán Solano), al ver que no lo habían señalado, se fue caminando como si nada, pero una de las personas que estaba allí dijo: '¡cójanlo que ese también es policía!', y empezaron a lanzarle piedras. Por eso él salió corriendo por toda la autopista Sur en sentido Sibaté–Bogotá. Setrás se le pegaron todos los sujetos que estaban rompiendo el cajero y además manifestantes gritando: '¡cójanlo que es un sapo de la Policía!'”, relató.
En medio de la angustia, según dijo el testigo, el capitán Solano corrió tratando de salvar su vida pero lo persiguieron sin darle tregua. “Él siguió corriendo hasta pasar por la Autopista en el semáforo de la bomba El Tigre y se metió por una cuadra, sacó el arma y comenzó a disparar para todos lados con el fin de persuadirlos [sic], pero la gente seguía corriendo detrás de él y decían: '¡síganlo que las balas se le van a acabar!'”.
El testigo señaló que el capitán Solano continuó corriendo hasta que llegó a un sector del barrio El Sol, donde queda ubicada una cancha de fútbol. “Estando allí volteó la esquina llegando a la calle 22, donde fue alcanzado por un tipo que tenía una chaqueta clara y un y pantalón negro, el cual le lanzó una patada por la espalda y lo tumbó al piso. Al instante que el policía cayó, hizo unos disparos y forcejeó con el sujeto que le dio la patada y lo tumbó. En ese forcejeo, el policía le pegó unos tiros al chino que lo había tumbado y luego que el policía cayó al suelo. Se le abalanzaron más personas, entre ellas alias ‘El Enano’ o ‘Chucho’, y comenzó a pegarle patadas y en ese momento ‘El Enano’ sacó un cuchillo y le pegó unas puñaladas al Policía”.
Describió que incluso quisieron quemar vivo al uniformado. “Al mismo tiempo [que] otras personas le daban patadas por todo el cuerpo se escuchaba que decían que lo tenían que matar e incluso lo pensaban quemar vivo porque la intención era matarlo. Cuando la gente vio que en verdad lo iban a quemar, unas personas se metieron en el medio y dijeron que ya no más, que era suficiente. Entonces sacaron al Policía y comenzaron a arrastrarlo por toda la calle hasta llegar al frente del parqueadero cerca de la autopista Sur con calle 22, donde cerca de ese lugar habían [sic] unos policías del Esmad, a quienes le dijeron que ahí le dejaban un sapo de esos muerto, y se dispersaron al rato”.
El delegado de la Fiscalía aseguró que los detenidos son un peligro para la sociedad y enfatizó en que no tuvieron humanidad pues no consideraron que el capitán Solano tenía una familia y unos hijos. Finalmente, dijo que le quitaron la vida únicamente por ser policía.
Por esto, le pidió a un juez de control de garantías que los cobije con medida de aseguramiento en centro carcelario.