Exclusivo: Narcotraficante señaló a los agentes del CTI de Caldas que denunciaron a Martha Mancera
Un largo interrogatorio al narcotraficante Yeison Andrés Garzón Holguín revela cómo los agentes del CTI evitaron capturas e incautaciones en sus operaciones.
Uno de los gritos que sonaron en coro frente a la puerta forzada de la Corte Suprema de Justicia, en medio de todos los insultos a los magistrados del alto tribunal, cuestionaba la posibilidad de que en la Fiscalía se quedara una 'narco fiscal' encargada.
Esa denuncia fue hecha por dos agentes del CTI que están siendo investigados por narcotráfico, fraude procesal y falsedad en documento público, entre otros delitos. La historia completa solo se ha conocido a través de La FM de RCN.
Con la ayuda de RTVC, el medio público hoy usado en favor del Gobierno y no del Estado, se ha contado que estos agentes han sido supuestamente perseguidos, luego de que se descubriera un informe en el que acusaban a otro coordinador del CTI en Buenaventura de estar relacionado con narcotraficantes, y de que ese agente era supuestamente protegido por Mancera. Su nombre es Francisco Javier Martínez Ardila, alias Pacho Malo.
La FM de RCN reveló que dicho informe, catalogado como la prueba reina, nunca fue enviado por los agentes del CTI a la directora para Narcotráfico de la Fiscalía, quien en un oficio, el pasado 06 de febrero, le pidió explicaciones al jefe de la Seccional de Caldas, imputado también por cuenta de los informes aparentemente falsos de los agentes con los que estos lograban agencias encubiertas.
El informe sobre Pacho Malo sí fue rápidamente entregado a algunos medios cuando la fiscal Angélica Monsalve decidió denunciar a Mancera, pero sin aclarar que este no fue enviado a la cúpula en Bogotá. Monsalve está imputada por concusión, tras supuestamente haber pedido una millonaria suma a uno de los investigados en una acusación de la Fiscalía sobre la Unidad Nacional de Protección (UNP). Además, se ha declarado públicamente enemiga del fiscal general y la vicefiscal Martha Mancera.
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Lo lo que están por escuchar es otra parte que faltaba a la historia, extrañamente obviada, pero que es fundamental en la complejidad de los hechos.
Yeison Andrés Garzón Holguín es un joven de 28 años que fue condenado por el delito de concierto para delinquir agravado con fines de tráfico de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas en concurso heterogéneo con tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.
El joven narcotraficante empezó a acercarse a los agentes del CTI en Caldas por cuenta de otro narco relacionado que, según su relato, le hizo puente con los funcionarios tras sospechar que su captura estaba próxima. Rápidamente, Garzón Holguín empezó a trabajar con los agentes hasta el punto de convertirse en socio de un poderoso narcotraficante encargado de la mayor parte de comercio de marihuana de Manizales, cuyo alias es Madera.
A pesar de que el joven le indicó a los agentes un edificio en Manizales en donde alias Madera, junto a otro narcotraficante de la zona, albergaba un gran cargamento de marihuana, los agentes no hicieron la incautación.
Tras meses de hacer negocios con Madera, el joven seguía sin firmar los documentos que lo reconocían como una fuente de la Fiscalía para una agencia encubierta. Luego de algún tiempo, los agentes del CTI le pidieron la información para que ellos participaran en viajes al Cauca con el fin de comprarle marihuana a la guerrilla, transportarla hasta Caldas y comercializarla. Uno de los investigadores de la Fiscalía le preguntó al narco si producto de esos viajes a El Palo, Cauca, y otras regiones, hubo alguna captura, incautación o imputación. La respuesta fue “no”.
A pesar de ello, la caravana en la que participaron los agentes Pablo Bolaños y Fabio González evitó retenes del Ejército para que no les fueran incautados alrededor de 300 libras de marihuana que habían comprado para llevarla a los narcos de Chinchiná y Manizales en el primero de los viajes. En otro fue asesinado el agente Mario Herrera, en marzo de 2021, en una zona cercana a Caloto.
La hipótesis de la Fiscalía para llevar a estos dos agentes a juicio por concierto para delinquir, falsedad ideológica en documento púbico, fraude procesal, peculado por uso y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes es que los funcionarios organizaron un esquema delictivo para incautar algunas libras de marihuana en sus operativos con el fin de dar positivos simulados, pero se quedaban con otra parte de las ganancias. En esa empresa criminal se habrían organizado con poderosos narcos falsificando informes que les permitían asignarles agencias encubiertas para poder transportar la droga.
La investigación tiene correos electrónicos, interceptaciones, dos declaraciones de narcos y expendedores en Caldas, el testimonio del jefe de la seccional de Caldas, a quien se le acusa de participar del esquema, y las versiones juradas de los compañeros de la Oficina del CTI cuyas firmas aparecían en los informes, sin que ellos las hubieran entregado.
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Con esa investigación en su contra, es evidente que los agentes podrían estar interesados en generar un escándalo para defenderse de las graves acusaciones en un momento en el que el país debate el cambio de fiscal y con ello posiblemente un cambio en los fiscales delegados, que podría convenirles. A pesar de ello, estos hechos fueron obviados por la versión oficial de RTVC, alineada con los intereses del presidente Gustavo Petro, que generaron, entre otras cosas, la protesta frente a la Corte Suprema y el riesgo de una irrupción.
Este es el interrogatorio que la Fiscalía le hizo al joven narcotraficante por las investigaciones contra Fabio González y Pablo Bolaños.
Narcotraficante señaló a los agentes del CTI de Caldas que denunciaron a Martha Mancera