General (r) Mario Montoya niega haber ordenado los falsos positivos
El oficial retirado fue uno de los que más resultados obtuvo en la lucha contra las Farc durante el gobierno de Uribe.
El general en retiro Mario Montoya, comandante del Ejército de Colombia entre 2006 y 2008, firmó el 17 de octubre de 2018 el acta de sometimiento voluntario a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), por su presunta vinculación con los "falsos positivos", como se conoce al escándalo de ejecuciones extrajudiciales de civiles.
Montoya, que se convierte en el primer general en someterse a la JEP, firmó el acta en una audiencia realizada en la sede de la jurisdicción especial en Bogotá a la que asistieron familiares de las víctimas o sus representantes legales que le increparon a su entrada. La Fiscalía General de la Nación dispone de información acerca de unos 5.000 casos de "falsos positivos", mediante los cuales algunos militares presentaban a civiles inocentes como guerrilleros muertos en combate para obtener reconocimientos de sus superiores.
Lea también: Operación Orión: aún faltan piezas para la verdad
La JEP es la columna vertebral del acuerdo de paz firmado entre el Gobierno colombiano y la entonces guerrilla Farc, y se encargará de juzgar los actos cometidos en ocasión del conflicto armado del país. Al firmar el acta, Montoya se comprometió a decir la verdad acerca de la información que dispone acerca de las ejecuciones extrajudiciales ocurridas cuando él fue comandante del Ejército de Colombia.
Respecto a qué dijo, el periódico El Espectador dio a conocer algunos apartes. “Yo estuve de comandante del Ejército de febrero de 2006 a octubre de 2008, eso da un total de 32 meses o 128 semanas. Y en esas 128 semanas, de acuerdo con el libro de programas del comandante del Ejército, en 92 oportunidades hice alusión al respeto por los derechos humanos, a la transparencia y a limpieza de las operaciones. Hasta la saciedad les dije: ‘Que se muera un inocente y no lo reconozcamos es un gran error, pero que se muera un inocente y lo hagamos pasar por bandido es un acto de cobardía’. Esta frase se la sabe el Ejército y estaba escrita en los centros de operaciones”.
Durante la audiencia, hubo momentos de tensión porque algunos familiares de las víctimas o sus representantes se retiraron de la sala alegando que no tenían las garantías legales para intervenir en el proceso."Pido la palabra y el permiso para retirarme de esta sala puesto que no he sido reconocida como víctima y se le está dando prioridad al general Montoya", dijo Alfamir Castillo, quien aseguró que un familiar fue asesinado por soldados al mando de Montoya.
Lea también: La Operación Orión: el relato de tres mujeres que vivieron para contarla
Sin embargo, el magistrado Pedro Díaz, encargado del caso, aseguró que las víctimas no están excluidas con el sometimiento del general Montoya y aclaró que más adelante pueden ser acreditadas y estar en el caso. “Desde hace mucho tiempo empezamos a recibir mucha influencia de organizaciones no gubernamentales de derechos humanos que nos venían cuestionando. Entonces el Ejército empezó a cambiar la terminología: ya no se hablaba de muerte en combate, sino de neutralización. Ya no se hablaba de operaciones de destrucción sino de operaciones ofensivas. Son otros términos, pero, al final, era lo mismo. Era la terminología que usábamos. ¿Por qué? Por esa influencia, por esa acción que estábamos recibiendo, por los informes de Human Rights Watch y muchas organizaciones no gubernamentales que venían de mucho tiempo atrás haciendo informes sobre el proceder de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional”, agregó el general Montoya ante la JEP.
Montoya, de 69 años de edad, fue comandante del Ejército entre marzo de 2006 y noviembre de 2008 durante el gobierno del entonces presidente y ahora senador Álvaro Uribe Vélez. Según el diario El Espectador, durante la comandancia de Montoya fueron asesinados más de 2.409 jóvenes que fueron presentados como guerrilleros o miembros de grupos al margen de la ley muertos en combate.
“Doctora, ¿sabe por qué se descubrió lo de Soacha? En las reuniones con la ONU, que hacíamos cada mes, ellos empezaron a cuestionar que había demasiados N.N. (reportados) en los guerrilleros abatidos. Como Ejército nos dimos a la tarea de que no podíamos seguir reportando N.N., y en el desarrollo de esa tarea fueron identificados los muertos del Batallón Santander, allá en Ocaña. “Así fue, y no solamente los de Ocaña, empezamos a identificar a muchos porque ya trabajábamos en unión con la Fiscalía (…) Esa es la verdad verdadera de eso”, agregó el general Montoya en la versión publicada por el citado medio.
Montoya es uno de los generales que más resultados obtuvo en la lucha contra las Farc durante el gobierno de Uribe y fue uno de los comandantes de la Operación Jaque, que se llevó a cabo el 2 de julio de 2008. La operación se desarrolló en las selvas del departamento del Guaviare y en ella fueron liberados la excandidata presidencial Íngrid Betancourt, tres contratistas estadounidenses y once soldados y policías, algunos de los cuales llevaban más de diez años secuestrados por la ya desmovilizada guerrilla de las Farc.
“No hay metas, hay unos objetivos por alcanzar que es reducir la capacidad del enemigo. Si yo le pongo (a un oficial) que tiene que hacer cincuenta muertos, lo estoy mandando a que mate. Yo no he mandado matar a nadie. Si yo le pongo una meta cuantitativa, o sea, me tiene que hacer 50 bajas, ese general me manda a mí para el carajo”, agregó el oficial retirado ante la JEP.
Montoya lideró también la "Operación Fénix", en la que fue bombardeado un campamento de las Farc en suelo ecuatoriano donde murió el entonces número dos de esa guerrilla, Luis Édgar Devia, alias Raúl Reyes. Igualmente, fue uno de los mandos en la Operación Orión, con la que las autoridades buscaban expulsar de la Comuna 13 de Medellín a grupos ilegales y que, según organismos de defensa de los derechos humanos, dejó numerosos desaparecidos y se hizo en colaboración con grupos paramilitares.