Julián Guerrero, viceministro de Turismo, presionó a contratistas a renunciar

Julián Guerrero Orozco fue posesionado como viceministro de Turismo tras la renuncia por motivos personales de Juan Pablo Franky. Guerrero Orozco tiene una larga trayectoria en el sector turismo y una abultada hoja de vida en la que resalta una maestría en relaciones internacionales de London School of Economics, la universidad en donde estudió el expresidente Juan Manuel Santos. Trabajó también en la Presidencia y en la Cancillería y fue vicepresidente de ProColombia desde 2016. 

El anuncio de su delegación estaba cantado desde junio cuando se conoció de la salida de Franky. Pero el viceministro Guerrero, un día antes de tomar posesión del cargo, tuvo una reunión en el Ministerio en la que le solicitó a por lo menos tres contratistas por prestación de servicios que renunciaran para poder priorizar sus enfoques. 

En la reunión, que duró cerca de 12 minutos, se escucha una conversación tensa entre Guerrero y el contratista a quien le está solicitando su renuncia de forma “cordial y amable” para que termine el contrato y quedar en los mejores términos en el futuro. 

En este tipo de cargos es normal que los nuevos funcionarios lleguen a trabajar con personas de su confianza. Sin embargo, el funcionario que tenía contrato con el Ministerio hasta diciembre de este año, junto a sus dos colegas a quienes les pidieron los cargos, le pide al nuevo viceministro que le de uno o dos meses para poder buscar un nuevo empleo debido a que tiene responsabilidades económicas. Pero el viceministro, no posesionado hasta entonces, insiste en solicitarle la terminación del contrato.

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“Nadie está hablando de que no hayas presentado informes o que no seas amable o no seas buen compañero de equipo, de que no hayas mostrado resultados. Esa no es la razón de la terminación del contrato porque en ese caso lo que tendríamos es una investigación para sancionarte e impedirte que en el futuro puedas contratar con el Estado. Esto simplemente obedece a que organizamos unas prioridades específicas y para poder desarrollar esas prioridades  yo debo traer a un grupo de personas para fortalecer esos temas que necesito”, dice el viceministro. 

La reunión se va entre un intento de negociación para tratar de conseguir uno o dos meses de plazo de parte del funcionario contratado desde enero. Pero no termina en buenos términos. 

“Te podemos apoyar en lo que podamos, en una recomendación(…). Entiendo la situación, no quiero parecer inhumano pero necesito traer a la gente que me ayude a cumplir las prioridades con las que me comprometí. Nos pones en una situación en la que tenemos que sentar a mirar en detalle cada uno de los entregables, de los compromisos, del objeto del contrato para revisar si ha habido cosas por fuera del contrato. Yo no quisiera ponerme en esa situación que es muy jarta para ambos”, concluye el nuevo funcionario. 

El contratista señala también en la grabación que no quiere unirse con las otras personas a las que se les está terminando el contrato por lo que considera una persecución. 

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Los contratos eran por al rededor de 10 millones de pesos mensuales para tareas de estructuración de estrategias turísticas en la oficina de Franky.

Guerrero Orozco es esposo de Ana María Fernández de Soto, hija del reconocido político y hoy embajador de Colombia ante la ONU, Guillermo Fernández de Soto.

En el Ministerio hay otro hijo del embajador Fernández de Soto que tiene un importante cargo en la cartera. Es el gerente del Programa de Transformación Productiva desde septiembre del año pasado.