La fuga de Aida Merlano, contada por la dragoneante que la vigilaba
Diana Montoya Ramos entregó su versión de cómo sucedieron los hechos en el consultorio odontológico.
La dragoneante Diana Montoya Ramos, a cargo de la custodia de la excongresista Aida Merlano, entregó su versión completa de lo que aconteció en el consultorio odontológico de donde se fugó la exsenadora electa.
El relato fue revelado por la revista Semana. "Respetuosamente me dirijo a su despacho con el fin de informar que el día 01 de octubre del presente año siendo aproximadamente las 2:02 pm ingreso a la reclusión de mujeres El Buen Pastor, teniendo en cuenta que me encontraba de permiso de cita médica fui llamada vía celular por el señor inspector jefe Pérez Julian donde me informa que me alistara porque salía con una misión. En vista de que soy perteneciente a la compañía Nariño, me presento ante mi sargento y él me dice que tengo que relevar a la dragoneante Natalia Espinosa que se encuentra en el Centro Médico de la Sabana".
Su relato coincide con el que en su momento concedió a LA FM Óscar Robayo, dragoneante del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec). "Ella nos cuenta que al llegar la guardia con Aida Merlano había dos familiares dentro del consultorio. Una señora de 25 años y un joven de 19 que al parecer son los hijos. La funcionaria se quedó en la puerta de cristal vigilando a Aida Merlano mientras llevaban a cabo el procedimiento. Un procedimiento de cuatro horas, que es muy raro", dijo Robayo en un primer momento.
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Ahora, fue la propia dragoneante Diana Montoya Ramos quien lo confirmó. "Por este motivo soy trasladada en un vehículo oficial en compañía del dragoneante Ballesteros Alejandro, conductor de la escuadra. Dejando el vehículo en el parqueadero del centro médico nos desplazamos al tercer piso, consultorio 318. Llegamos a la sala de espera y allí nos encontramos a la dragoneante Natalia Espinosa, quien me informa las novedades ocurridas en su turno. Manifiesta que dentro del consultorio 318 se encuentran los hijos de la privada de la libertad Aida Merlano esto debido a que en horas de la mañana había llegado estar personas manifestando que eran los hijos y que deseaban ingresar al consultorio".
De acuerdo con su relato, la excongresista se molestó mucho porque no le permitían entrar a los hijos, razón por las cuales se terminó accediendo a su petición. "Al recibir la negativa a esta petición por parte de la dragoneante Espinosa, la privada de la libertad se alteró exageradamente y por lo tanto optó por dejarlos ingresar, ya que ella es una paciente psiquiátrica. Seguidamente ingreso al consultorio 318 el cual se encontraba cerrado. Puedo verificar a la privada de la libertad que estaba acostada en la silla odontológica, y dos personas quienes manifiestan ser sus hijos".
Diana Montoya Ramos manifestó que, cuando iba a almorzar, le pidió relevo al dragoneante Alejandro Ballesteros y éste accedió. "Siendo aproximadamente las 2:25 pm bajo a almorzar y subo nuevamente las 2:40 pm y lo relevo en la puerta del consultorio", aseguró.
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Según dijo, el odontólogo Javier Guillermo Cely Barajas, quien ya está libre luego de presentarse voluntariamente a las autoridades, no la dejó ingresar alegando privacidad al tratamiento. "Momentos después le pregunto a la privada de la libertad Merlano cuánto tiempo faltaba para culminar la sesión a lo cual me responde que media hora. Me quedo en la puerta del consultorio con la puerta entre cerrada", aseguró.
Posterior a ello, señaló, vino la fuga. "El médico sale hacia la recepción, se regresa y va llegando a la recepción otra vez en donde ya queda la puerta del salida del lugar, despidiéndose en forma acelerada del personal médico, salen los hijos y la auxiliar, lo que me causó sospecha, de inmediato abro totalmente la puerta de vidrio y observo que la privada de la libertad Aida Merlano no se encuentra en la sala y en la ventana había un lazo rojo colgado hacía la calle. Decido alar el lazo rojo hacia arriba en donde siento peso desde el otro extremo, observo por la ventana y se asoman funcionarios del hospital quienes también alaban la cuerda, salgo corriendo apresuradamente hacia el parqueadero notando que ni el doctor Celis ni los hijos se encontraban en el piso"
En el relato publicado por la revista Semana la mujer señala que apenas ella se fugó dio aviso a los superiores y buscó por zonas aledañas al centro médico. Aida Merlano sigue prófuga.