Bolsas degradables y biodegradables también producen impactos negativos
No todo es lo que parece con las bolsas plásticas que dicen ser "amigables con el medio ambiente".
En los supermercados de cadena y tiendas de barrio es frecuente recibir "bolsas plásticas degradables 100 %" con logos ambientales, la mayoría de color verde, diciendo "colaborar con el medio ambiente".
No obstante, LA FM investigó qué tanto "colaboran con el medio ambiente" las bolsas degradables y biodegradables encontrando que aunque desaparecen, algunas solo a simple vista, dejan también impactos negativos.
¿Cuál es la diferencia entre bolsas plásticas degradables y biodegradables?
La bolsa plástica degradable están hechas con derivados de petróleo y aditivos que les permiten degradarse (desaparecer) por completo de tres a cinco años. Pero lo cierto es que estas bolsas plásticas degradables no desaparecen por completo.
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"Después no las vamos a ver porque se han vuelto pedazos 'chiquiticos' de bolsa para que nos los detectemos fácilmente. Pero igual esos pedazos de bolsa siguen siendo plásticos", explicó el profesor de la Universidad Nacional en Bogotá Jairo Perilla, doctorado en ingeniería de polímeros.
Esas bolsas plásticas degradables que desaparecen en tan poco tiempo (máximo cinco años), comparado con los más de cien años que tarda una bolsa hecha solo con derivados del petróleo, se convierte en microplástico, objetos tan pequeños que no podemos ver a simple vista.
El profesor Perilla asegura que los plásticos degradables- incluyendo las bolsas- tienden a convertirse en microplásticos, sobretodo en los entornos marítimos por los efectos del sol, la humedad, el oxígeno y demás.
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"El microplástico, al estar en las aguas, lo pueden consumir los pescados que hacen parte de una cadena alimenticia que, al final, termina en los humanos. Nosotros indirectamente podríamos tener microplástico en nuestro organismo; también puede haber microplástico en el agua potable ", dijo.
Cabe recordar, que un estudio realizado por la Universidad de Newcastle Australia, a petición de la ONG ambiental WWF, aseguró que los humanos estarían consumiendo el plástico equivalente a una tarjeta de crédito por semana.
Alejandro Martínez, profesor asociado al Instituto para el Emprendimiento Sostenible de la Universidad EAN, asegura que las bolsas biodegradables no son tampoco la única salida para solucionar la enorme contaminación por plásticos.
"Las bolsas biodegradables están hechas, en su mayoría, de almidones y ácido láctico que proviene de la caña de azúcar, la papa, la yuca, el maíz que se degradan e integran eficazmente en la naturaleza. Ese proceso se llama biodegradación", afirma Martínez.
Sin embargo, la biodegradación no es tan amigable con el medio ambiente "porque para sembrar los cultivos de dichos alimentos que generan la materia prima de las bolsas y desechables biodegradables, se requiere "mucha más agua, tierra, abono. Lo que implica que hacerlo, no resulta tan eficiente", añade el investigador de la Universidad EAN.
El profesor Perilla dice también que los cultivos para fabricar las bolsas biodegradables, puede incluso, atentar contra la seguridad alimentaria.
"No es que no los debamos usar, seguramente debe haber muchas soluciones para los plásticos, pero tampoco es pensar que es crear un problema sobre otro problema", señaló.
La ONG de medio ambiente, Greenpeace, sostiene que la solución al problema de la contaminación por plástico en el Océano no debe ser la de reemplazar la bolsa plástica por biodegradable, sino reducir considerablemente el uso de las bolsas plásticas y, en general, del plástico de un solo uso como vasos, platos, cubiertos, pitillos.
Objetos que tardan minutos en nuestras manos y-posiblemente- centenares de años en desaparecer.
“Aunque a menudo se promueven como 'alternativas sostenibles' a los plásticos basados en fósiles, los bioplásticos pueden contaminar tanto como sus equivalentes basados en fósiles. Esto se debe al hecho de que, aunque etiquetados como biodegradables, la biodegradación completa de los productos bioplásticos requiere condiciones controladas de calor y humedad que permiten que florezcan los microorganismos necesarios. Y estas condiciones muy raramente se cumplen en el medio marino", dijo Tatiana Céspedes, vocera de la campaña Mejor sin plásticos de Greenpeace Colombia.
La ONG reporta que cerca de las 100 millones de toneladas de plástico producidas cada año en el mundo, cerca de ocho millones terminan en los océanos.