¿Cuáles son los efectos inmediatos de los incendios en la Amazonía?
Investigadores señalan a la deforestación como la principal causa de los incendios.
La Amazonía se encuentra en llamas. Varios incendios destruyen a su paso miles de los 6,7 millones de kilómetros cuadrados de sus bosques y arrasan su biodiversidad que incluye más de 2.500 especies de pescados, 40.000 de plantas y cerca del 20% del agua dulce del mundo.
La región amazónica es el hogar a su vez de 350 comunidades indígenas, varias de ellas en aislamiento voluntario, según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés).
WWF menciona que la importancia de la Amazonía se explica, además, desde su rol como escudo ante el cambio climático.
“El vapor de agua liberado del bosque crea vastos ‘ríos voladores’ en la atmósfera que influyen en las precipitaciones en el centro y sur de América del Sur, y el carbono almacenado en la vegetación y los suelos es de importancia mundial en la desaceleración cambio climático”, detalla la organización en un estudio.
Pese a su importancia, la Amazonía arde. Datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil alertaron al mundo, este mes, cuando indicaron que en lo que va de 2019 se han dado casi un 84% más de incendios en su país en relación al mismo período de 2018, al contabilizar 72.843 focos de llamas, entre los que más de la mitad se ubican en su región amazónica.
El organismo observó, además, que solo desde el pasado jueves se registraron más de 9.500 incendios forestales. Pero, ¿cuáles son los orígenes y los efectos inmediatos de la alarmante quema?
Los orígenes de los incendios
El investigador y cofundador del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (IPAM), Paulo Moutinho, explica que los incendios se deben a las quemas que realizan agricultores y ganaderos para despejar las tierras que deforestan.
“Los responsables son en gran parte los especuladores de tierras tomadas ilegalmente y agricultores y ganaderos que deforestan sin autorización de la agencia gubernamental correspondiente”, le indicó Moutinho a la Agencia Anadolu.
La explicación de Moutinho contrasta con la versión del Gobierno de Jair Bolsonaro que asegura que la temporada seca ha sido la responsable de las llamas. El mandatario ha sido criticado por sus posiciones frente a la región amazónica que incluyen la promesa de explorar su potencial económico.
“Es difícil demostrar si hay un efecto negativo en la posición del presidente. Pero ciertamente se necesita una acción urgente ahora, del Gobierno, para hacer frente a los incendios y la deforestación”, enfatizó el investigador.
Moutinho indicó que uno de los primeros efectos de los incendios en la Amazonía es la pérdida de biodiversidad. “La selva amazónica no está adaptada al fuego. Cuando ocurre, hay una mortalidad arbórea muy alta que afecta la fauna”, reclamó.
El investigador añadió que un segundo efecto lo sufren las comunidades indígenas que viven en la Amazonía, quienes deben respirar el humo causado por los incendios.
“En cuanto a los pueblos indígenas y otras poblaciones tradicionales, el daño es para su salud y no es solo para ellos: las personas que viven en las ciudades también se ven afectadas por el aire contaminado con humo y pueden enfermarse gravemente”, afirmó Moutinho.
Investigadores en calidad del aire, cambio climático y ecología latinoamericanos emitieron, este miércoles, un comunicado donde coinciden con Moutinho en las afectaciones a la salud que tienen los incendios.
“Las partículas generadas por la quema de biomasa son altamente tóxicas y suficientemente pequeñas como para depositarse en los pulmones de las personas”, mencionaron los académicos.
Los expertos consideran que la conexión entre quema de biomasa y deterioro de la calidad del aire a nivel regional es “abundante y sólida”. Detallan que un porcentaje importante de las emergencias por calidad del aire en países como Colombia, Brasil, México y Ecuador tienen su origen en quemas sucedidas a cientos de kilómetros.
“Teniendo en cuenta que el problema climático es tan grave que demanda de planes serios y masivos de reforestación, no es suficiente con apagar los incendios actuales”, indicaron.
Los investigadores hicieron un llamado, además, para reducir las actuales de tasas de deforestación y ocupación ilegal de zonas selváticas y boscosas, así como reforzar los controles ambientales, priorizar la preservación de la selva tropical y desplegar mecanismos efectivos de mitigación y adaptación al cambio climático.