El lado oscuro de las hormigas: algunas se encargan de reclutar y esclavizar a otras
Aunque son una especie reconocida por ser trabajadora, algunas de ellas tienen una labor distinta a ser ‘obreras’.
El reino animal tiene un sinfín de maravillas y perfecciones que hacen que los animales sean admirados por cada comportamiento en medio de su supervivencia.
Se cree que las hormigas, por lo diminutas, suelen ser ignoradas a la hora de explorar especies; sin embargo son insectos que terminan por despertar interés sobre su forma de trabajo.
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Recientemente surgió un mayor interés en el mundo tras conocerse que no todas las hormigas son tan trabajadoras como se cree; hay algunas que se comportan de manera dominante y terminan descargando su trabajo en otras obreras.
Se trata de las llamadas hormigas reclutadoras las cuales, como indica su nombre, se caracterizan por buscar, identificar y reclutar a otras hormigas para que hagan su trabajo por ellas.
Según se conoció, en una nota publicada en The Conversation, las esclavas son hormigas de otra especie muy cercana, desde el punto de vista biológico, por lo que se dice que "esclavizan a sus parientes genéticos".
En ese trabajo, las hormigas capturan a otras obreras a la que llevan hasta su colonia y, una vez allí, las esclavizan para que trabajen para ellas con labores como atender a las crías, brindar protección y defensa ante el peligro, buscar alimento y limpiar la colonia.
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Este reclutamiento no es usual en hormigas adultas, aunque sí se aprovechan de trabajadoras adultas, por lo general las reclutadoras capturan a sus víctimas en estados muy tempranos de desarrollo, incluso cuando están en forma de larvas o pupas.
La eusocialidad en las hormigas (el nivel más alto de organización social que se da en estos animales) se acompaña de una multiplicación de los genes que codifican las moléculas quimiorreceptoras, tanto del olor como del sabor; y prueba de ello es la importancia que tiene la comunicación química en estas especies.
Es por esto que hay en estos insectos interés en que las hormigas obreras sean capaces de reproducirse. Sobre este aspecto, al parecer, se ha recuperado lo que se atribuye a la pérdida de la capacidad para percibir y responder a las feromonas de la hormiga reina que inhiben la actividad reproductora.