'Gas tóxico', el mecanismo de defensa de las avispas que fue descubierto

Las avispas tienen diferentes métodos de defensa para la protección de su especie. Sus aguijones son su mayor arma de protección en su territorio. Sin embargo, con el pasar del tiempo los animales se han visto amenazados por una especie de hongos que acaban con la cría de las avispas.  

Una investigación permitió demostrar que una especie de avispa desarrolló una arma mediante sus huevos, los cuales actúan como granadas de gas antifúngicos mitigando los alcances de su depredador.  

Los lobos europeos (Philanthus triangulum), como se le conocen a las avispas solitarias, tienen la costumbre de cazar abejas mediante su veneno, con el objetivo de arrástralas a sus madrigueras bajo tierra.  

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Erhard Strohm, biólogo de la Universidad de Regensburg en Alemania, fue el encargado de investigar los lobos europeos por más de 30 años. Durante el proceso de estudio, el científico notó que los huevos de las avispas estaban desempeñando una función diferente a la habitual.  

“Cuando abría la caja de observación, olí algo extraño que salía del huevo”, afirma Strohm, a la National Geographic. De acuerdo al científico, el olor era similar al cloro de una piscina por lo que consideró que se trataría de un tipo de oxidante.  

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Tiempo después pudo evidenciar que el huevo era el causante principal de la producción de moho y era el que expulsaba el fuerte olor que se trataba de dióxido de nitrógeno (NO₂).  

El gas tóxico actúa como un antimicrobiano que funciona para deshidratar y paralizar la presa como también ayuda a disminuir la susceptibilidad a los hongos. 

Cabe destacar que las avispas no son los únicos insectos que utilizan defensas basadas en la expulsión de gases, pues esta técnica les permite fumigar sus criaderos con una sustancia química desinfectante y de protección para sus nidos.  

El hallazgo permitió a la ciencia continuar investigando diferentes especies que no solían ser estudiadas, pues se consideraba que no poseían mayor aporte científico.  

El avance podrá arrojar valiosos cambios a la ciencia que servirían para realizar diferentes estudios médicos que ayuden a la conservación y protección del medio ambiente.  

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