Hipopótamos de Pablo Escobar siguen multiplicándose
Esta especie, emblemática de África, fue traída de manera ilegal al país por el extinto narcotraficante, Pablo Escobar.
Un estudio realizado por el Instituto Humboldt, la Universidad Javeriana y la autoridad ambiental- Cornare- pronosticó que en 10 años, Colombia tendría 150 hipopótamos distribuidos por la zona del Magdalena Medio.
El hipopótamo es una especie emblemática del continente africano y fue traída al país en los años 90, cuando el extinto narcotraficante, Pablo Escobar, en medio de sus extravagancias, quiso crear un zoológico en la hacienda Nápoles en Antioquia.
Desde entonces, los hipopótamos se han reproducido por toda la zona, convirtiéndose en un problema para las demás especies nativas, incluso también ha sido un peligro para la seguridad de los habitantes aledaños al 'hábitat' de esta especie y los visitantes.
Dado el escaso conocimiento sobre el comportamiento de esta especie invasora y muy visible en los ecosistemas colombianos, los investigadores se dieron a la tarea de realizar una investigación sobre esta especie en el país.
Según la publicación Reporte de Estado y Tendencias de la Biodiversidad Continental de Colombia (Bio 2018), la especie Hippopotamus amphibius podría aumentar su población a 150 individuos en la próxima década, expandiéndose hacia el norte colombiano, a través del río Magdalena.
Lea también: Imágenes de drones muestran la fragilidad de la capa de hielo de Groenlandia
Además sostienen que el área de distribución actual de los hipopótamos en nuestro país es de 1.915 kilómetros cuadrados (km2).
"Sin embargo, por la favorabilidad que ofrece el hábitat nacional, la especie podría extenderse hasta los 13.587 km2", advierten los investigadores.
Y añade la investigación: "el mapa sugiere un potencial de dispersión del mamífero africano hacia el norte colombiano, es decir hacia municipios ribereños de la Cuenca del Magdalena, donde los ecosistemas han sido transformados por cuenta de la agricultura o con zonas aledañas a humedales".
El mapa de distribución permitió identificar -a través del análisis de coberturas, sistemas productivos ganaderos, ecosistemas de humedales temporales, distancia a vías, reportes de presencia y áreas cercanas a asentamientos humanos-, aquellas áreas con mayor probabilidad de presencia y dispersión de la especie.
Según la información analizada, los municipios de Puerto Salgar (Cundinamarca), Buenavista y La Dorada (Caldas), y Puerto Triunfo (Antioquia) no reportan presencia del mamífero, no obstante, a futuro serían zonas con muy alta probabilidad de invasión.
Lo mismo ocurriría en: Puerto Boyacá, Puerto Niño y Dos y Medio (Boyacá); Puerto Perales Nuevo, Puerto Perales, Puerto Nare, el corregimiento de la Sierra en Puerto Berrío, San Miguel del Tigre y Casabel en Yondó (Antioquia); Puerto Olaya, Carare, San Rafael de Chucurí, Vijagual, Badillo, Carpintero, Barrancabermeja y Puerto Wilches (Santander); Cantagallo, Veracruz, Bodega Central, Las Pallas, El Dique, San Pablo y Santo Domingo (Bolívar); y Loma de Corredor, Puerto Mosquito, El Contento, Gamarra, Puerto Viejo y Palenquito (Cesar), municipios sin presencia de hipopótamos pero con alto potencial de invasión.
Los riesgos potenciales
Entre los riesgos potenciales estarían la ocupación de los hipopótamos en zonas de humedales temporales y potencialmente inundables, caños y aguas poco profundas cercanas al río Magdalena. También, la reducción en el crecimiento de la vegetación natural, debido a su alimentación a base de plantas herbáceas.
Su gran tamaño también afectaría el hábitat, alterando el paisaje y los procesos ecológicos a diferentes escalas, ya que estos animales abren canales alternos por los cuales se incorporan nutrientes -como materia orgánica y amoniaco a través de su orina- a los afluentes, poniendo en riesgo a la actividad pesquera en el río Magdalena, pues las heces de este animal contaminan las aguas y son fuente de degradación y erosión.
Otro de los riesgos importantes es su territorialidad en las zonas de ocupación -que junto a la presión causada por actividades humanas como agricultura, ganadería, asentamientos, carreteras-lo que incrementaría el riesgo de encuentros con personas.
Adicionalmente, los hipopótamos no cuentan con depredadores en Colombia, como grandes felinos y hienas, lo que les hace posible ocupar los hábitats propios de especies como manatíes, nutrias, entre otras. Además, estos animales pueden ser portadores de Tuberculosis, Brucelosis, Carbunco bacteridiano y Paratuberculosis, enfermedades transmisibles a fauna nativa y humanos.
El manejo de la especie
Según el informe de los investigadores, la articulación de esfuerzos entre las corporaciones autónomas Cornare y Corantioquia, la academia e institutos de investigación ha permitido desarrollar algunas acciones de manejo enfocadas en actividades de confinamiento, encierro, ceba y captura de los individuos; movilización a zoológicos y un plan de esterilización que cuesta alrededor de $ 10.500.000 (COP) por individuo.
En la región donde se han establecido los hipopótamos, se presenta una mayor cercanía y percepción diferencial con la especie, factor probablemente asociado al interés turístico y económico que representa para las comunidades de la zona. No obstante, dicha situación dificulta aún más su manejo.
En contraposición, la comunidad de pescadores en otros municipios manifiesta una percepción negativa más acentuada y un temor ante eventuales encuentros con los hipopótamos, debido a posibles agresiones de las que puedan ser objeto en zonas de ríos y caños.