El lobby de la ministra Carolina Corcho no funciona con las vacunas para la viruela del mono, pero sí funciona en el Congreso
No hay una sola vacuna en el país para atacar el problema de la viruela del mono, con 3.630 personas afectadas.
A la ministra de Salud Carolina Corcho ya la llamaron a su primer debate de control político en el Congreso. Y es que realmente la ministra tiene muchas cosas que explicar en el legislativo.
La señora ministra no ha logrado conseguir el primer cargamento para la viruela símica. Es decir, no hay una sola vacuna en el país para atacar el problema de la viruela del mono con 3.630 personas afectadas que tienen la enfermedad, según las últimas cuentas del Instituto Nacional de Salud. Y Colombia tiene 0.000 vacunas.
Hay que recordar un solo trino de la ministra Corcho durante la pandemia: los costos que pagamos los colombianos por la decisión gubernamental de intervenir en las elecciones en Estados Unidos en favor de un bando. Frente a los procesos electorales de otros países, un gobierno debe comportarse como jefatura de Estado, en respeto a la soberanía. Biden nos respondió" dijo la ministra refiriéndose a un artículo que señalaba a Colombia de no haber sido incluida entre 92 países que recibirían 500 millones de vacunas.
Lea además: ¿Le explicará el senador Juan Diego Echavarría al minHacienda qué pasó con el acueducto de La Estrella?
Y a eso hay que sumarle todas las dudas sobre la UPC, la cobertura, las frases del presidente sobre el cáncer y el "peor sistema de salud" del mundo mundial universal.
Es que la ministra no ha logrado el lobby para las vacunas, pero sí está logrando el lobby en el Congreso con quienes la llaman al debate de control político.
En las últimas horas la ministra le envió una muy formal y cordial invitación hoy a Palacio a los representantes y senadores de la Comisión séptima de Salud para hablar en tono amable, cercano, respetuoso con los congresistas de los retos del sector. "Esta primera sesión se desarrollará el día miércoles 9 de noviembre a las 7 am en la Casa de Nariño".
El problema es que el debate inicia a las 10 am. Y, literalmente, la ministra llegará al debate desde la Casa de Nariño atravesando la plaza Núñez con los congresistas encargados de hacerle control, quizás atados de manos en símbolo de reconciliación y esperanza. ¡La paz total! El único no invitado es el citante, Andrés Forero, del Centro Democrático. Todos los demás pasarán de la amable reunión con la ministra en la comodidad de Palacio, al debate riguroso y muy independiente en las instalaciones del Congreso.
Es que eso de las mayorías arrolladoras no es chiste ni mito. Pero quizás a los señores congresistas les hubiera quedado mejor esperarse al debate de control político para luego sí reunirse con la señora ministra en Palacio y hablar genuinamente de los problemas del sector.
Otra jugada con la Ley Quintero
Vamos a estar atentos a ver qué pasa estos días con la ley Quintero. En realidad no es la ley Quintero, pero así le han llamado. Y es la ley que permite que alcaldes y gobernadores puedan participar en política y decir que "la Medellín del futuro va a vencer al uribismo en el 2023" y que "la esperanza derrotará al miedo", probablemente con la autopista de los drones.
Y tener candidatos propios del gabinete sin que haya riesgo de una suspensión del cargo. Muchos congresistas dicen que no, que hay que respetar a la Procuraduría; el control institucional. Pero nos dicen que al mismo tiempo están interesados en tener esa posibilidad en el futuro. Veremos.
La jugada política: el lobby de la ministra Carolina Corcho no funciona con las vacunas para la viruela del mono