"No se puede hacer de la noche a la mañana": Petro sobre repatriación de presos desde Ecuador

Ecuador está viviendo uno de los momentos más difíciles de los últimos años. Los presos se revelaron en las cárceles y desataron el caos en las calles de este país, después de que los cabecillas Fabricio Colón Pico, miembro de Los Lobos y José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, el líder de Los Choneros, se fugaran de la prisión. 

Las calles de Ecuador parecían una escena de una película de guerra. Por esto, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró un conflicto armado interno y dio la facultad a las Fuerzas Militares de tomar las calles y recuperar el control.

Le puede interesar: La Casa Colombia de Davos fue idea del presidente Petro

Fue así que una de las soluciones que dio el presidente de Ecuador fue deportar los presos unos 1.500 presos colombianos.

Por esto, Colombia y Ecuador se encuentran en negociaciones para establecer un mecanismo de colaboración judicial que facilite la repatriación de reclusos colombianos, según informó el presidente Gustavo Petro.

“Estamos en conversaciones, construyendo un sendero que permita, sin caer en peores errores de los que ya se han cometido, una construcción de colaboración judicial entre ambos países”, dijo el presidente Petro, después de participar en el panel llamdo ‘Un momento clave para América Latina’, en el marco del Foro Económico Mundial.

“Ecuador es consciente de que eso no se puede hacer de la noche a la mañana, es un proceso que debe respetar las condiciones jurídicas de cada país para que no se provoque un problema peor al que ya existe”, enfatizó Petro.

Lea también: Todo listo para la reunión entre el papa Francisco y Gustavo Petro este viernes

Los ministerios de Justicia y Relaciones Exteriores de Colombia anunciaron recientemente su disposición para activar el proceso de repatriación de ciudadanos colombianos detenidos en Ecuador, basándose en el Convenio sobre Tránsito de Personas, Vehículos, Embarcaciones Fluviales y Marítimas y Aeronaves, firmado en 1990. Sin embargo, destacaron que este proceso es individual y se evaluarán las solicitudes caso por caso, requiriendo el consentimiento de la persona privada de libertad.