Presidente Gustavo Petro responde a carta del excanciller Álvaro Leyva
La declaración se dio en medio de la sanción a la Ley Ángel y la Ley Lorenzo, que busca evitar el maltrato animal.

El presidente Gustavo Petro respondió este miércoles desde la Casa de Nariño a la dura carta que envió, en las últimas horas, su excanciller Álvaro Leyva, en medio de la promulgación de dos leyes que buscan endurecer las sanciones contra los maltratadores de animales.
En su intervención, Petro señaló que “todos esos trinos que andan por ahí, y que (dicen que) ando borracho. Pues no puedo emborracharme, desgraciadamente. A mí me gustaba el aguardiente rojo, tapa roja, era lo que decían allá en Tolima. Ahora me ponen esos tragos y ya, de una vez, me va ardiendo hasta el alma”.
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Luego, en tono irónico, hizo una alusión a una “adicción al amor”, lanzando indirectas a Leyva, de quien dijo que ya no puede sentir esa pasión.
“Entre la pasión, el amor, indudablemente nos enamoramos mucho. Voy a decir que somos adictos al amor, a propósito. ¿Por qué se pierde dos días, compañero? Hay que pensar mucho, pero bueno, no me meto en esas honduras. Lo que pasa es que el escritor ya no puede hacer eso: el tema de la adicción al amor”, agregó.
Más temprano, a través de su cuenta en X, el presidente Petro desestimó los términos de la carta del excanciller. “La única manera para que la prensa publique cartas es insultándome. No solo habla mal del escritor, sino de la prensa”, escribió.
Posteriormente, se refirió directamente a lo ocurrido en París: “¿Es que París no tiene parques, museos, librerías más interesantes que el escritor, para pasar dos días? Casi todo en París es más interesante”.
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En ese mismo mensaje mencionó a su familia, para rechazar los términos de la carta de Leyca: “¿Es que acaso no tengo hijas y nietas en París, muchísimo más interesantes que el escritor?”, concluyó.
Más temprano, también había dicho que "se me volvió pecado estar con mi familia. Por vivir varios de mis hijos y mi madre en el extranjero, por la persecución que sufrimos, tengo muy pocas oportunidades de verla".
Y puntualizó: "No creí que ese hecho desatara suspicacias atroces en personas a las que les he dado la mano".