Ageusia, el trastorno que hace que los alimentos no sepan a nada

Diferentes investigaciones científicas y médicas han venido averiguando la procedencia del trastorno de la ageusia. Falta de células gustativas, un mal resfriado, procedencia genética o en algunos casos trastornos hereditarios fueron muchas de las hipótesis que se manejaron.  

El ser humano en el momento de nacer posee alrededor de 10.000 papilas gustativas que son las encargadas de sentir el gusto a los alimentos. Al pasar los años, estas papilas gustativas empiezan a desaparecer debido al deterioro del cuerpo. 

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Según el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación, las personas que asisten a un especialista debido a que padecen de una pérdida temporal del gusto, quedan sorprendidas al saber que en realidad lo que tienen es un problema en el olfato. 

Cabe destacar que el gusto y el olfato poseen una relación directa por los nervios que se conectan entre sí. Debido a estos existen dos trastornos como la hipogeusia que se identifica por la disminución de la capacidad gustativa y la disgeusia que se da cuando la sensación gustativa que se percibe no es la normal, lo que indica una alteración del gusto.  

Este trastorno puede aparecer en los individuos sin importar su edad pues tanto niños, jóvenes y adultos se han reportado con estas alteraciones en sus sentidos.  

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Es importante tener en cuenta que la Ageusia se presenta temporalmente, pues si el individuo que experimente está perdida no recupera el gusto en un par de días es necesario asistir al médico para realizar los exámenes correspondientes de olfato y gusto.  

Es importante saber que en la mayoría de ocasiones la pérdida del gusto se presenta por fuertes resfriados, por consumo de medicamentos, un traumatismo craneoencefálico y el más común por infecciones en el aparato respiratorio.  

Los trastornos del gusto o del sabor han afectado a más de 1.270 millones de personas alrededor del mundo, por lo que siguen siendo un mal que se investiga y estudia con total minuciosidad.