Cicatriz que todos los colombianos tienen en un brazo, ¿A qué obedece?
Prácticamente esa cicatriz se tiene desde el mismo momento de nacer.
Si hay un hecho que emociona a cualquier familia es el hecho de la llegada de un bebé. Un recién nacido representa una ilusión y esperanza para la mayoría de personas, al margen de las vicisitudes que estén atravesando.
Ahora bien, ese bebé debe contar con cuidados especiales desde el mismo momento de haber sido concebido. Una de esas prevenciones que se deben tener con la criatura tiene que ver con la aplicación de vacunas.
La cicatriz que los colombianos tienen por una vacuna
Al respecto, en Colombia menos de 24 horas después del nacimiento de un bebé se le aplica la primera vacuna.
Se trata del biológico BCG que tiene una dosis única para prevenir la meningitis tuberculosa o tuberculosis. Además, se pone una vacuna contra la hepatitis B para el recién nacido con la intención de prevenir precisamente la hepatitis B.
Lo cierto es que la cicatriz que todos los colombianos tienen en el brazo tiene que ver con la vacuna BCG. De hecho, hay entre los expertos quienes llaman a esto la cicatriz de BCG.
En el mundo, la vacuna BCG se empezó a aplicar el 18 de julio de 1921 a un recién nacido en París (Francia). Hace más de 100 años entonces el primer ser humano recibió la dosis de la vacuna pionera contra la tuberculosis. Tristemente, la madre de ese bebé al que le pusieron la vacuna había muerto después de haber dado a luz por cuenta de dicha enfermedad.
Al margen de lo doloroso que pueda resultar para cualquier padre o madre ver llorar a su hijo por cuenta de un pinchazo por una vacuna, vale la pena destacar que el biológico BCG sirve y es efectiva. Se habla de que anualmente la tuberculosis acaba con casi 1.5 millones de personas a pesar de que la actual vacuna BCG es de las más utilizadas del mundo.
Por eso, al margen de la cicatriz que la vacuna ha dejado en el brazo de millones de colombianos su efectividad demuestra que es más que una necesidad para los recién nacidos.