El cáncer de mama en la voz de las sobrevivientes, la verdad detrás de la enfermedad
La FM da a conocer varios testimonios de mujeres que atravesaron la enfermedad y que se volvieron todas unas sobrevivientes.
El cáncer de mama es una de las enfermedades más comunes y con las tasas de mortalidad más altas a nivel mundial. Por lo tanto, las sociedades médicas, e incluso, las mis trabajan día a día en la concientización de los exámenes oportunos para tener acceso a los tratamientos y mejorar dichas tasas de mortalidad.
Uno de los momentos más difíciles de todo el proceso de esta enfermedad es el diagnóstico, porque se trata del momento en el que se confirma que se padece de la afección.
Vea aquí: ¿Cuál es la alternativa para que mujeres con cáncer de mama sean madres?
Justamente, RCN Radio conoció varios testimonios de mujeres que atravesaron la enfermedad y que se volvieron todas unas sobrevivientes, luego de someterse a quimioterapias, medicamentos, cirugías y hasta drásticos cambios físicos.
Claudia Mercedes Amaya, con cáncer de mama en el 2017
La doctora Claudia Mercedes Amaya, actualmente es la directora de la Fundación SENOSama se refirió a su diagnóstico y su proceso de detección temprana, gracias a que su esposo detectó la masa a tiempo.
“Yo tuve el diagnostico porque mi esposo es cirujano oncólogo y en el año 2017, él me paló una masa, así que pude ir muy rápido en la identificación del diagnóstico (…) La primera parte la hicimos de manera particular y después acudí a la EPS, pero estando en el mundo médico con todos los amigos oncólogos, mi esposo fue quien me hizo la cirugía y tuve la fortuna de poderme realizar todos los estudios de manera supremamente rápida, además la EPS me autorizó todo muy rápidamente”, explicó la galena.
Así las cosas, tan solo ocho días después del diagnóstico, Claudia Amaya ya se estaba operando y en menos de un mes, dio inicio a sus quimioterapias.
“Además, estuve muy apoyada por la familia y por los amigos. Puede capacitarme y estar en la casa, no tenía por qué estar preocupada por nada diferente a cuidar mi enfermedad”, sostuvo.
Amaya se había desempeñado como secretaria de Salud de Bucaramanga y de Santander, además había sido gerente de una EPS y una IPS, por lo que conocía el sistema de salud, pero le faltaba desempeñar el rol de paciente, en el que se encontró serias dificultades.
“Me doy cuenta de las dificultades que viven los pacientes con cáncer, de ir solos a las quimioterapias, incluso algunas personas salían del procedimiento y debían irse en bus o caminando hasta sus casas”, explicó.
Le puede interesar: Marcas que se unen para apoyar a las mujeres con cáncer de mama en el país
Por otro lado, en medio de su proceso, Claudia se encontró con toda una serie de remedios tradicionales, que no tienen ninguna evidencia científica en la lucha contra el cáncer.
“Hablan de todas esas recetas mágicas de las que hablaban mis compañeros como la sangre de chulo, de la sangre de escorpión azul, los factores de transferencia, y una gran cantidad de sustancias que no tiene una evidencia científica de que funcionen”, manifestó.
De igual manera, se refirió a una serie de barreras administrativas, dijo que en muchas ocasiones las personas con cáncer llegan tarde al diagnóstico porque tienen que consultar a un médico general que les dice: ‘tranquila, no hay nada, singa tomando vitamina E’.
Cuando quedé calva no tuvo ningún inconveniente en salir así a la calle, por el contrario, esta sobreviviente fue consciente de que todo su cabello, incluso las pestañas y las cejas, “se volvían a recuperar”.
En medio de todo su proceso, Amaya decidió crear una fundación para brindar apoyo a todas las personas con diagnóstico positivo, y así dar todas las alternativas terapéuticas que existen.
Por último, la doctora envío un mensaje a todas las mujeres que apenas se enteran que padecen de este tipo de cáncer o a quienes esperan sus resultados.
“Les diría que busquen grupos de apoyo, con personas que han pasado por el proceso y que las puedan asesorar. NO se queden solas, hay varias organizaciones porque ayuda mucho sentirse acompañado de personas que pasaron por lo mismo. Entonces el no quedarse aislado y solo, podría hacer la diferencia”, concluyó.
Laura Patiño, con diagnóstico avanzado de cáncer de mama a sus 39 años
Laura Rocío Patiño, es una administradora de empresas de 47 años, y hace 8 fue diagnosticada con cáncer de mama.
Esta bumanguesa reconoció que su diagnóstico se dio gracias a un accidente doméstico que sufrió en el baño de su apartamento.
“Me entere por una caída, estaban lavando el piso del baño de mi habitación y pase por ahí y me resbalé. Al caer salió una bola, después de 15 o 20 días me di cuenta que los morados de la caída habían pasado, pero la bola seguía ahí”, dijo.
Así las cosas, la mujer se dirigió con su esposo hasta donde un doctor amigo de la familia, Joaquín González, y tras varios exámenes, en menos de 8 días tenía el diagnóstico positivo de cáncer.
“Fui una de las afortunadas porque a los 8 días de saber que estaba con el diagnóstico comencé mi tratamiento médico. No fue fácil porque nosotros iniciamos como particular y luego debíamos pasarlo a EPS, y pusimos una tutela, por lo que en 18 horas la contestaron aprobando mi tratamiento desde donde estábamos. No alcance a reaccionar al principio sobre la gravead del asunto y el diagnóstico de la enfermedad, porque fueron solo 8 de exámenes”, aseguró.
“Para mí fue muy importante mi familia, mi esposo, que decidió dejar su trabajo y dedicarse por completo a mi para salir adelante. Además, mi mamá y mis hermanas, todos estuvimos más unidos porque yo soy el primer caso en mi familia con el diagnostico”, añadió.
Lea también: Así nació el lazo rosa que representa el cáncer de mama
Además, contó que su diagnóstico se dio justo en el momento en el que quería tener un bebé con su esposo. “Ya luego me recomendaron no quedar en embarazo por el tipo de cáncer que padecía que era hormonal así que seguimos sin hijos, aunque muy felices”, sostuvo.
Patiño recalcó que su esposo y su actitud frente a la visa, fueron dos de los aspectos más importantes para afrontar este cáncer, sin embargo, uno de los momentos más duros de toda la enfermedad fue la caída del cabello.
“Me iba para las quimios super arreglada, como si me fuera de fiesta, luego del procedimiento quedaba un poco débil, pero no me importaba, igual me arreglaba. Luego vino la caída del cabello que fue muy fuerte, porque fue el momento en el que en realidad afronte el diagnóstico. Esa pérdida de cabello significa también despojarnos de esa vanidad y de ese sentimiento de belleza y el verme sin cabello fue lo más fuerte que pude vivir en la primera etapa del diagnóstico”, añadió.
Por último, para las mujeres que apenas comienzan a recorrer este camino con cáncer de mama, Laura les envió un mensaje de amor.
“Es normal tener miedo y asusta mucho la palabra cáncer, aceptar el diagnostico, pero lo importante es salir de ese miedo y amarnos a sí mismos, para tener la fuerza de seguir adelante”.
Cabe recordar que la Organización Mundial de la Salud asegura que cerca de una de cada 12 mujeres tendrán este tipo de enfermedad a lo largo de su vida e incluso a finales de 2020 más de 685.000 habían fallecido a consecuencia de la misma.