En Colombia 388 personas tienen lepra
Siguen presentándose barreras sociales para atender esta enfermedad.
Grandes esfuerzos se adelantan en Colombia para adelantar un adecuado tratamiento a la lepra, una enfermedad infecciosa crónica causada por un bacilo acidorresistente con forma de bastón, que afecta principalmente la piel, los nervios periféricos, los ojos, la mucosa de las vías respiratorias superiores y otras estructuras.
En el país, esta enfermedad, que tiene cura, ha permitido la implementación de la ‘Estrategia mundial para la lepra 2016–2020: Acelerar la acción hacia un mundo sin lepra’, que además de aportar un sólido componente médico, mejora la visibilidad y la importancia de los aspectos humanos y sociales que inciden en el control de la lepra como lo son eliminar la discriminación y promover la inclusión.
En el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública se han registrado 388 casos en Colombia los cuales se han presentado en los departamentos del Valle del Cauca (54 casos), Cesar (34), Norte de Santander (32), Huila (28) y Santander (27).
Las autoridades de salud señalaron que en los últimos años se siguen presentando un promedio de 400 nuevos casos anuales, de los cuales el 1 % ocurre en niños, lo que indica transmisión activa del microorganismo, y el 11 % de los casos presentan incapacidad permanente al momento del diagnóstico, especialmente aquellos que llegan de forma tardía.
La lepra es una enfermedad infecciosa crónica causada por ‘Mycobacterium leprae’, un bacilo acidorresistente con forma de bastón. Afecta principalmente la piel, los nervios periféricos, los ojos, la mucosa de las vías respiratorias superiores y otras estructuras.
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Los expertos señalan que según la carga bacilar, la enfermedad puede clasificarse como ‘paucibacilar o multibacilar. M. leprae’ se multiplica muy lentamente y el período de incubación de la enfermedad varía entre nueve meses y 20 años, con un promedio de unos cinco años.
Contrariamente a su representación social, la lepra no es muy contagiosa y la mayoría de las personas (alrededor del 95 %) que toman contacto con la enfermedad no la desarrollan.
De hecho, la mayoría de las personas presentan una inmunidad natural a la lepra; se transmite a través de gotículas nasales y orales durante contactos estrechos y frecuentes con casos sin tratar.
Panorama
Según la representante de la OPS/OMS en Colombia, Gina Tambini, es una enfermedad curable y, cuando se la trata en sus fases iniciales, disminuyen considerablemente las probabilidades de discapacidad.
“Hoy en día el diagnóstico y el tratamiento de la lepra son sencillos con una terapia múltiple de medicamentos (MDT) que es gratuita y disponible en todos los centros de salud”, aseguró.
Agregó que aunque las personas afectadas por la enfermedad pueden llevar una vida normal y digna como cualquier otra persona; según la Federación Internacional de Asociaciones contra la Lepra (ILEP, por sus siglas en inglés), existen leyes discriminatorias en más de 20 países que cubren temas de segregación, migración, matrimonio, derechos de voto, transporte público, empleo y residencia.
La Relatora Especial de las Naciones Unidas, Alice Cruz, en su informe sobre la eliminación de la discriminación contra las personas afectadas por la lepra y sus familiares, manifestó que el estigma es una de las principales problemáticas.
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“Debido a la discriminación, muchas padecen exclusión social, pérdida de ingresos relacionados con la discapacidad, enfrentan problemas de salud mental, como depresión o ansiedad, y existe un mayor riesgo de suicidio”, subrayó.
Según la relatora, la estigmatización obstaculiza la detección temprana y los tratamientos más oportunos, así mismo, favorece la transmisión de la infección en las familias y las comunidades.
“A pesar de ser curable, si no se detecta y se trata en los primeros estadios, la lepra puede causar daños irreversibles en la piel, los nervios, las extremidades y los ojos, provocando desfiguración, ceguera, pérdida de sensibilidad, heridas que no cicatrizan y dolor neuropático”, resaltó,