Hipnosis, ahora un método terapéutico para combatir la ansiedad y la depresión
Varios especialistas aconsejan la hipnoterapia como método complementario para tratar algunas enfermedades de salud física y mental.
En la actualidad se utiliza una variedad de terapias alternativas para tratar enfermedades físicas, emocionales y mentales. Uno de los tratamientos que al pasar los años se ha popularizado en el mundo de la psicología, es la hipnosis, sin embargo, alrededor de este existen una variedad de preguntas y mitos los cuales alejan la percepción y el significado verdadero de esta práctica.
Uno de los mitos que más se conoce es la pérdida del control de la persona que está siendo hipnotizada, pues se cree que el poder de las acciones la tiene el hipnotizador, dejando a un lado la capacidad de tomar decisiones. Para expertos en el tema, cuando la persona entra en este proceso, siempre mantiene el control sobre su cuerpo y sus decisiones.
¿Qué es la hipnosis?
La Asociación Estadounidense de Psicología (APA) define a la hipnosis como "un estado mental o un grupo de actitudes generadas a través de un procedimiento llamado inducción hipnótica, es un conjunto de procedimientos que generan un contexto donde se facilita el cumplimiento de las sugestiones en ciertas personas”.
La hipnosis implica un cambio en el estado de la conciencia y un aumento de la relajación, lo que permite tener mejor atención y concentración. Durante esta práctica, la mayoría de las personas se sienten tranquilas y están más dispuestas a recibir sugerencias sobre los cambios de algunas conductas.
En entrevista con La FM, Miguel González, psicólogo y magíster en psicología clínica y de familia, Hipnoterapeuta experto en la atención de personas que viven con VIH, explicó que existen tres tipos de hipnosis diferentes; la primera de ellas se conoce como Hipnosis tradicional, en la cual se realiza la inducción para llegar al trance y allí se procede a efectuar la terapia utilizando la sugestión.
La segunda es la Hipnosis Ericksoniana, en la cual se utilizan metáforas que favorecen el pensamiento creativo y reflexivo, y por último la Autohipnosis donde la persona se induce a sí misma por medio de la respiración y la autosugestión.
Según el experto, durante esta práctica existe una disminución en la actividad cerebral en la corteza del cíngulo anterior dorsal, el cual es el encargado de las respuestas autonómicas y endocrinas de la emoción y la empatía. “También se observa una reducción de las conexiones entre la corteza dorsolateral prefrontal y la red en modo automático (red funcional cerebral más importante en estado de reposo), que incluye la corteza prefrontal medial y la corteza cingulada posterior”, indicó.
Beneficios de la hipnosis
Cuando se utiliza este método para intervenir de manera psicoterapéutica, se le denomina hipnoterapia. Para el Psicólogo Miguel González y la Asociación Estadounidense de Psicología, la hipnosis puede funcionar para algunos de estos casos:
- Trastornos del estado de ánimo como ansiedad y depresión
- Fobias, obsesiones y compulsiones
- Trastorno por Estrés Post-Traumático
- Insomnio
- Trastornos Psicosomáticos
- Dolor agudo y crónico
- Adicciones
- Tabaquismo, Alcoholismo
- Asma
- Trastornos dermatológicos (psoriasis y verrugas).
- Seguridad, Confianza y Autoestima.
- Trastornos de la personalidad.
- Trastornos de la alimentación
¿Cuántas sesiones de hipnosis son necesarias para tratar la ansiedad o la depresión?
Según el especialista, las metas terapéuticas establecidas con el paciente son en un promedio de 6 sesiones, algunas personas requieren más otras menos, para esto influye la capacidad de resiliencia de cada sujeto.
David Spiegel, uno de los psiquiatras más conocidos mundialmente, sugiere que: “El 10 al 15 % de las personas son increíblemente hipnotizables, mientras que otro 10 al 15 % lucha por ser hipnotizado o no puede experimentarlo en absoluto. El resto, la mayoría de nosotros, estamos en algún punto intermedio: de leve a moderadamente hipnotizables”.
Durante este trance el paciente debe concentrarse en las palabras del hipnotizador, ya sea solo con la voz o acompañado de un objeto, a llegar a tal punto que todo lo demás desaparezca, con el objetivo de que las sugerencias que se escuchan durante este proceso cambien la perspectiva de algunas situaciones, comportamientos o sentimientos.
Se conocen varios casos donde esta práctica ha sido un éxito total, ayudando a aliviar dolores crónicos, problemas dermatológicos, a disminuir el estrés, la ansiedad o la depresión. Algunas personas lo utilizan como método complementario para tratar enfermedades físicas o posológicas, sin necesidad de dejar de asistir a la medicina tradicional.