Los riesgos de rascarse los ojos: una advertencia para la salud visual
El rascado constante puede dañar la delicada superficie de la córnea
En la era actual, donde la conciencia sobre la higiene y la salud ocular ha cobrado gran relevancia, un hábito aparentemente inocuo como rascarse los ojos puede entrañar peligros y consecuencias significativas para la salud visual. Expertos en oftalmología y salud ocular han venido alertando sobre los riesgos asociados a este gesto común pero potencialmente perjudicial.
Según los especialistas, los ojos son una de las zonas más sensibles del cuerpo humano y su exposición a microorganismos, polvo y otros agentes externos puede desencadenar una serie de problemas. Rascarse los ojos con las manos, incluso si se sienten limpias, puede introducir gérmenes y bacterias que causan irritaciones, infecciones y lesiones oculares.
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El Dr. Martín Pérez, oftalmólogo reconocido, advierte: "El acto de frotarse los ojos puede desencadenar desde irritaciones leves hasta infecciones graves, como conjuntivitis bacteriana o viral, úlceras corneales e incluso lesiones más severas que podrían afectar la visión a largo plazo".
La conjuntivitis, una de las afecciones más comunes resultantes del contacto directo con los ojos, puede causar enrojecimiento, picazón, secreción y sensibilidad a la luz. En casos más graves, podría requerir tratamientos prolongados y afectar la calidad de vida del individuo.
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Además, el rascado constante puede dañar la delicada superficie de la córnea, causando pequeñas abrasiones o heridas que, de no tratarse adecuadamente, podrían conducir a complicaciones más serias.
Los expertos enfatizan la importancia de mantener una buena higiene ocular y adoptar medidas preventivas para proteger los ojos. Recomiendan lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de tocar los ojos, utilizar pañuelos desechables para limpiarlos y evitar frotarlos directamente con los dedos.