Así funcionaba la red de corrupción carcelaria en Bogotá
Esta red de corrupción cobraba millonarios sobornos a cambio de conceder beneficios irregulares a reclusos.
Las autoridades capturaron al director de la cárcel nacional La Modelo de Bogotá, coronel César Augusto Ceballos, al capitán Néstor Daniel Bernal Reyes, jefe de vigilancia de los patios, y a otros tres particulares sindicados de exigir cobros que superaban los cuatro millones de pesos a cambio de otorgarles beneficios a diferentes reclusos.
Los otros tres detenidos son Yovanny Esteban Rincón Cardozo, conductor del director de La Modelo, José Armando Suarez ‘El Paisa' y Ana Rosa Casas Martínez. Estos dos últimos son propietarios de inmuebles cercanos a la cárcel.
El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, indicó que esta red “habría diseñado un esquema de corrupción para conceder beneficios a los reclusos, permitir el ingreso de drogas y otros elementos restringidos por el sistema penitenciario o avalar visitas en horarios no autorizados”.
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Según las pruebas, una vez ingresaba un detenido a la cárcel, el director de La Modelo hacía un estudio para establecer la capacidad socioeconómica del interno y definir el patio al que podía ser enviado.
“Por ejemplo, en el patio tres eran ubicadas las personas con más dinero y, presuntamente, debían pagar 3 millones de pesos mensuales por su permanencia en ese lugar. Al parecer, ante cualquier incumplimiento en las cuotas fijadas, los reclusos eran trasladados y, supuestamente, no les garantizaban su seguridad”, dijo el fiscal.
Los millonarios sobornos eran entregados al conductor del director la cárcel La Modelo o a uno de sus escoltas, y en otras oportunidades los familiares de los reclusos llevaban los pagos a la casa de ‘El Paisa’, quien tenía un inmueble frente a la cárcel.
La Fiscalía estableció que algunas residencias y bodegas en la localidad de Puente Aranda servían como lugares de almacenamiento de drogas, artículos lujosos y otros elementos que, con complacencia de algunos funcionarios del Inpec, eran ingresados ilegalmente a determinados reclusos.
Las tarifas
Los fiscales descubrieron que el personal del Inpec y los particulares investigados fijaron toda una serie de tarifas, dependiendo en tipo de beneficio irregulares que requerían los reclusos.
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El Fiscal indicó que los permisos para cumplir citas médicas, al parecer, tenían un costo de dos millones de pesos, pero si el chequeo era en EPS o medicina prepagada ascendía a tres millones de pesos.
Asimismo, para ingresar whisky se cobraban 600.000 pesos; por celulares, $400.000, y droga, $500.000 la libra.
También se estableció que para autorizar el ingreso de personas en horarios no permitidos, al parecer, había una tarifa de 500.000 pesos al patio tres y 150.000 pesos a los patios comunes.
La corrupción en la Picota
El fiscal también reveló que la red de la que hacía parte el entonces director de la Picota, mayor Luis Francisco Perdomo, capturado el pasado 27 de septiembre, también tenía a su servicio casas y bodegas para recibir ‘encargos’ o ‘encomiendas’ que eran ingresados ilegalmente al centro penitenciario con la supuesta ayuda de algunos guardianes.
Según la investigación, también había un esquema de tarifas por beneficios otorgados a los reclusos, entre ellos, visitas y traslados.
El ingreso de perfumes en frasco podría costar 100.000 pesos, pero si iba con su caja y empaque original ascendía a 150.000 pesos.
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Entrar una muda de ropa podría superar los 300.000 pesos, según la marca, e ingresar un reloj costaría tres millones de pesos.
Autorizar visitas oscilaría entre 100.000 pesos, si era a un patio común, y tres millones de pesos si se trataba del patio de extraditables. Se constató que autorizar visitas íntimas o ingreso de acompañantes podría superar los tres millones de pesos.
Por estos hechos, también fueron capturados cinco guardianes y tres particulares.