Autoridades hacen recomendaciones para cuidar la salud ante incendios forestales en Bogotá
La Secretaría Distrital de Salud hizo el llamado a la comunidad a seguir estas recomendaciones
Debido a los incendios forestales ocurridos este lunes alrededor de Bogotá, se han generado columnas de humo que pueden ocasionar afectaciones a la salud de la ciudadanía.
Ante esta situación, la Secretaría Distrital de Salud hizo el llamado a la comunidad a seguir las siguientes recomendaciones:
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1. Evite acercarse al área de los incendios para evitar la inhalación de humo. Si se encuentra en la zona de influencia de las conflagraciones, cubra nariz y boca con tapabocas o un pañuelo húmedo como medida de prevención.
2. Si se encuentra cerca de una fuente de humo, hollín o material particulado, evite mantener abiertas ventanas y puertas; además, cubra las rendijas de ventilación con trapos húmedos. Limpie las superficies y pisos de la vivienda utilizando paños o trapos humedecidos con agua para evitar que se levante el polvo.
3. Identifique y haga seguimiento a las personas con mayor vulnerabilidad, como niños y niñas, personas mayores, embarazadas y personas con enfermedades pulmonares como asma o EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica); especialmente aquellas dependientes de oxígeno. Evalúe la posibilidad de trasladarlos a zonas no afectadas.
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4. Se recomienda limitar los esfuerzos y la actividad física intensa al aire libre a las siguientes personas sensibles: niños y niñas menores de 5 años, gestantes, personas mayores (a partir de 60 años) y personas con enfermedades como EPOC, asma, diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer. 072
5. Las personas con enfermedades crónicas deben mantener los tratamientos prescritos.
6. Siga las recomendaciones oficiales brindadas por las autoridades.
7. Acuda al servicio de urgencias en caso de presentar los siguientes signos de alarma:
• En niños menores de 5 años: respiración rápida, le “silba el pecho” o se le “hunden las costillas” y tos persistente. Un episodio de fiebre en menores de 2 meses o en niños mayores de esta edad, fiebre de difícil control o que persista por más de 2 días; decaimiento somnolencia o irritabilidad. El niño no puede beber ni tomar el pecho o no come nada, vomita todo; presenta ataques o convulsiones; está empeorando o “no se ve bien”.
• En la comunidad general: dificultad al respirar, fatiga inusual o dolor en el pecho. Tos con expectoración purulenta o con pintas de sangre. Decaimiento o cansancio excesivo, así como confusión o alteración de la conciencia. Fiebre de difícil control o que persista por más de 2 días.