Fernando Quijano y su propuesta: "primero el teletrabajo que el metro"
El director de La República dijo en LA FM que hay una "contradición de situaciones" que implicará cambiar el modelo a la hora de laborar.
Escuche los argumentos de Fernando Quijano, director de La República
Fernando Quijano y su propuesta: "primero el teletrabajo que el metro"
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Primero el teletrabajo que el metro
No tiene sentido recabar sobre la necesidad de un metro, en cambio debemos trabajar en cosas inmediatas como el teletrabajo.
EditorialLR
Las cosas en términos de movilidad o desplazamientos en Bogotá no mejoran, y peor aún, tienden a ponerse más complicadas. De acuerdo con los datos de la Secretaría de Movilidad, entre 2012 y 2016 la flota de automóviles y motos aumentó 23% y 44% respectivamente, al tiempo que en los dos últimos años el crecimiento de automóviles fue de 4% y de motos 2%. A diario se experimenta que las velocidades promedio, independientemente del modo de transporte que se utilice, sigue aumentando sin remedio: andar en carro particular o en taxi es lo mismo, se va a 22 kilómetros por hora; mientras que en Transmilenio se avanza a 26 kilómetros y en otros transportes más amigables, pero cortos en distancias, como la bicicleta, a 17 kilómetros por hora. El triunfo de la calidad de vida, desde el componente del transporte, sigue siendo un anhelo muy lejano, quizá un sueño que se convierte en pesadilla con el paso de los días y sin realidades a la vista.
Dice la Secretaría Distrital de Movilidad en el informe Bogotá Cómo Vamos que: “el tiempo promedio de un desplazamiento en 2016 fue de 53 minutos, lo que significa que una persona en promedio gasta casi dos horas diarias en viajar (ida y vuelta). El tiempo promedio de viaje en el transporte público tiene valores muy altos -más de una hora por trayecto- y ha tendido a aumentar a lo largo de los años”. Los usuarios de las vías bogotanas tratan de solucionar el problema de movilidad rediseñando radicalmente sus modelos de vida, bien porque cambian de trabajos que no se ajusten a sus tiempos de desplazamientos o porque deciden teletrabajar para evitar el caos urbano que es enfrentarse a las calles.
Las administraciones anteriores de la Capital le han negado a quienes viven en Bogotá, y a quienes lo visitan por millones, contar con un sistema moderno de metro que sea eficiente, que haga de la primera ciudad de Colombia una región competitiva con calidad de vida superior. Ese viejo anhelo crónico, de tener un metro para que mitigue las horas de transporte, permita tener el carro en el parqueadero, haga más competitiva la economía distrital y le otorgue a la Capital el título de metrópoli, se viene posponiendo por más de seis décadas, sin que llegue a la administración un verdadero líder logre dar un salto en la historia. No tiene sentido recabar sobre la necesidad de un metro para Bogotá, como solución a los problemas de movilidad y de calidad de vida de más de diez millones de personas, en cambio debemos trabajar en cosas inmediatas que generan cambios drásticos como es desarrollar el teletrabajo como una alternativa viable y efectiva que saca carros de la calle y mejora el desplazamiento de quienes dependen de manera vital de moverse por la destruida red vial. Hay empresas que valoran el teletrabajo como una fórmula para lograr más eficiencias, incluso hay una iniciativa del Ministerio de las TIC, que premia y destaca a las empresas comprometidas en que sus trabajadores u operarios puedan hacerlo desde sus casas.
Está claro que en lugar de vivir añorando un metro para Bogotá que ayude a mejorar los desplazamientos, las mismas empresas patrocinen el teletrabajo a través de las nuevas tecnologías. La economía capitalina está centrada en los servicios lo que facilita dinamizar modelos de trabajo no presenciales. Solo es cuestión de tener políticas claras.
Editorial publicada en La República