¿Hay castigos para abusadores en Transmilenio? Así habló una víctima
El policía que la atendió en un primer momento le advirtió que poner la denuncia se demoraba "muchísimo”.
Un nuevo caso de presunto abuso contra una mujer se presentó en Transmilenio. La víctima, Ángela Ardila Holguín, una joven de 29 años de edad, quien abordó la ruta G 44 en la estación Universidad Nacional, rumbo al sur de la capital del país y resultó siendo víctima, al parecer, de Cristian Andrés Otavo Loaiza, quien le bajó la cremallera de su pantalón y terminó tocándole su parte íntima.
Al decidir poner la denuncia, ambos fueron trasladados en una patrulla de la Policía hasta la URI de Puente Aranda. Al llegar al complejo judicial, y luego de haber esperado más cinco horas para adelantar dicha diligencia, la funcionaria que recibió su testimonio le explicó que el presunto abusador solo recibiría 36 horas de detención y posteriormente quedaría libre porque no registraba antecedentes y no representaba un peligro para la sociedad.
“Si este tipo se atrevió hacerle esto a una persona que tiene con qué defenderse, no me quiero imaginar qué le ha hecho a un niño. Si le da miedo hasta a uno reaccionar, qué no estará pasando con niños”, dijo Ardila, quien afirmó estar indignada por la displicencia del sistema judicial en Colombia.
Adicionalmente, la implicada dijo sentirse preocupada por su seguridad, pues teme que al momento que les estaban tomando los datos, el hombre se los haya memorizado y pueda atacarla a ella o a su familia, en un futuro.
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“Cuando el policía nos estaba tomando los datos, él los observaba y me miraba desafiante, entonces necesito poner una caución por mi seguridad y la de mi familia. Me dijeron que no podía porque hasta el momento no me había atacado. Tiene que matarme, atacarme la primera vez para decir que ahora sí tengo justificación para poner una caución”, concluyó.
De acuerdo a cifras que manejan las autoridades, las estaciones Avenida Jiménez, Ricaurte, Universidad Nacional, Calle 47 en el Portal Américas, Portal Tunal y Portal Norte, son las que más registran episodios de abusos contra mujeres.
Al menos seis mujeres reportan casos de acoso sexual diariamente en el transporte público, aunque algunos estudios señalan que las cifras podrían ser más elevadas, sólo que las implicadas no realizan las denuncias correspondientes.
Lo ocurrido en la ruta de Transmilenio
En diálogo con La FM, la mujer relató que, una vez llegó el articulado se subió por la primera puerta, en medio del gran número de personas que allí se movilizaban en ese momento. Habían pasado unos minutos después de subirse al articulado, cuando empezó a sentir el roce de Cristian Andrés Otavo Loaiza, quien se encontraba frente a ella.
Sin embargo, aseguró que pensaba que la fricción se debía a que Otavo Loaiza, al perecer se estaba acomodando, debido a la estrechez en el bus. “Después sentí otra vez que me rozó, entonces yo empecé a alejarme, a correrme lo que más pude. Posteriormente ya estábamos a una distancia normal y vuelvo y siento al tipo”, dijo la mujer.
Cuenta Ardila que, a pesar de haberse apartado de Otavo Loaiza, se dio cuenta que este le había bajado la cremallera de su pantalón, mientras con una de sus manos le tocaba su parte íntima, por encima de la ropa interior.
“La próxima parada del Transmilenio era Alquería y ahí siempre hay policías, entonces yo dije, allá lo bajo. Cuando empiezo a ver que nos aproximamos, yo ya estaba sintiendo lo que este degenerado, enfermo, me estaba haciendo y ya el tipo me tenía la cremallera del pantalón abajo y me tenía la mano dentro”.
Con el fin de que todo quedara registrado en video, le entregó su celular a otra pasajera para que grabara, mientras ella, bastante enfurecida, le recriminada a lo que estaba haciéndole.
Cuando se encontraba defendiéndose del hombre por estar abusando de ella, afirmó que otro pasajero lo cubría y le gritaba que dejara de ser “escandalosa”, al tiempo que otros tres pasajeros sólo se limitaban a observar y no decían nada.
Al bajar “por el cuello” al sujeto, la mujer lo entregó a un grupo de policías. Lo primero que le preguntaron los uniformados -aseguró ella- es si iba a interponer la denuncia, no sin antes advertirle que “eso demoraba muchísimo”, a lo que ella respondió que no le interesaba.