Los conductores de taxis eléctricos están quebrando
La falta de acompañamiento de la administración estaría contribuyendo a esta problemática, aseguran conductores de taxis eléctricos.
El Decreto Distrital 677 de 2011 estableció que se adoptarían medidas para incentivar el uso del vehículo eléctrico en Bogotá, como es el caso de los taxis que funcionan con energías limpias.
Con esto se autorizó una operación piloto de taxis eléctricos en Bogotá; este programa tiene una vigencia hasta el 2022.
En su tiempo se anunció como una medida revolucionaria que ayudaría a la capital a convertirse en una de las ciudades en pro de las energías limpias.
Hoy las personas que le apostaron a esta estrategia del Distrito se encuentran prácticamente abandonadas por la administración, pues no se han impulsado medidas que permitan su desarrollo, según denuncian conductores de los taxis eléctricos.
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En el 2015, existían cinco estaciones de recarga para cubrir una demanda de 50 vehículos de este plan piloto. Estos puntos de recarga, que son de Codensa, se redujeron actualmente a solo tres estaciones, aseguran los conductores.
A ellos se les ha dificultado seguir trabajando con los taxis, ya que en cualquier momento se pueden quedar sin carga.
La concejal María Fernanda Rojas afirmó, al respecto, que muchos bogotanos no utilizan estos vehículos porque desconocen que sean carros para el transporte público particular.
“El Distrito no ha ayudado a este gremio de taxistas de carros eléctricos. Es necesario que se impulsen campañas publicitarias que den a conocer al ciudadano que también pueden transportarse en esto vehículos”, afirmó la cabildante.
Los mismos taxistas han dicho que se podría pintar los vehículos de amarillo, pero esto no es posible ya que quienes deciden su color son el Ministerio de Transporte y la Secretaría de Movilidad de Bogotá.
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Rojas explicó que hay dos problemáticas más que aquejan a este colectivo de taxistas con carros eléctricos. La primera es que la revisión tecno-mecánica es estándar, por ende, no se utilizan técnicas adecuadas para saber el estado de estos vehículos.
La segunda es que las plantas para que se hagan las recargas desde casa tienen un costo superior a la inversión del vehículo; este equipo de recarga asciende a los 100 millones de pesos.
Por el momento, un grupo de conductores de los taxis azules en Bogotá se plantea dejar de prestar el servicio, ya que más que generar un ingreso económico, están percibiendo pérdidas,