Los lugares más icónicos de Bogotá

Con motivo del cumpleaños de Bogotá recordamos los sitios más relevantes de la ciudad por el contenido cultural que brinda a la capital.  

Moserrate 

En 1620, la familia Fernández de Valenzuela inició la construcción de Las Nieves hasta mediados del siglo XVIII.  

Pedro Fernández de Valenzuela con la autorización de Juan de Borja y Armendia, Presidente del Nuevo Reino de Granada, erigió una capilla dedicada a la Santa Cruz de Monserrate. 

Después de 3 años, Pedro Solís de Valenzuela fundó un monasterio dedicado a Santa María de la Cruz de Monserrate. 

Museo de Oro  

El edificio del Museo del Oro en Bogotá fue inaugurado en 1968, su construcción estuvo a cargo del arquitecto colombiano Germán Samper Gnecco. 

Es la quinta sede que acoge la colección de metalurgia prehispánica iniciada a finales de los años 30 por el Banco de la República.  

Este edificio obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura en 1970 por su fachada con enchape en mármol mate, de arquitectura moderna, que representa una blanca caja que flota sobre un primer piso de vidrio.   

Museo de Botero 

El Banco de la República acoge las piezas aportadas por el maestro Fernando Botero, que se encuentran valoradas en 200 millones de dolares.  

En los noventas, Botero había planteado al Museo de Antioquia en Medellín, la posibilidad de donar su colección entera de arte.  

Pese a esto, la lentitud en la toma de decisiones por parte de las autoridades antioqueñas le llevó a aceptar la propuesta del entonces alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, de donar su colección a Bogotá.  

El artista entregó su colección particular de arte al Banco de la República de Colombia, en Bogotá, institución con una larga trayectoria de actividades culturales relacionadas con la numismática, el arte y las bibliotecas, como la Biblioteca Luis Ángel Arango. 

Torre Colpatria  

El edificio fue terminado en 1979 y tiene una altura de 196 metros. El Grupo Colpatria es el propietario. En su azotea hay un mirador para apreciar el  centro y la sabana de Bogotá.  

Desde 1998 se ilumina todas las noches con treinta y seis luces de xenón, que cambian de color. 

En 1979 superó al Centro de Comercio Internacional, el edificio más alto de América Latina desde 1977.  

La torre Colpatria sería superada en 1982 por la Torre Ejecutiva Pemex y en 1983 por las Torres de Parque Central en Caracas. 

Actualmente el edificio más alto de la ciudad es el de Bacatá, ubicado sobre la carrera 19. 

Planetario de Bogotá  

Este complejo de astronomía fue construido por iniciativa del alcalde Virgilio Barco Vargas en 1967. Después de dos años se inauguró oficialmente el 22 de diciembre. 

Este fue el primero de un conjunto de nueve museos, que funcionan en la actualidad como un Centro Cultural. 

En 2008 el Planetario compró un nuevo proyector de imagen para la difusión de los astros. 

Adicionalmente se adecuaron los espacios de circulación interna en las plantas baja y superior, ampliando las salas destinadas a exposiciones temporales. 

 En 2011 se inició la última etapa de remodelación del planetario en la cual se reforzó la estructura, se mejoró la señalización, se renovó la pantalla de proyección del domo, se amplió la capacidad y se construyó el Museo del Espacio. 

Museo Nacional 

Por una ley del primer Congreso de la República fue creado el 28 de julio de 1823. El Museo Nacional de Colombia es el más antiguo de los museos del país y uno de los más antiguos de América.  

Durante casi dos siglos se ha consagrado a la conservación y divulgación de testimonios representativos de los valores culturales de la Nación colombiana. 

Su edificio actual funcionó primeramente como un sanatorio para personas con enfermedades psicológicas. 

El Museo Nacional de Colombia se instaló inicialmente en la Casa Botánica, la cual albergaba la colección de historia natural reunida por José Celestino Mutis y que cuidaban sus discípulos. 

 Con el tiempo, a estas piezas se sumaron otras de carácter arqueológico, histórico y artístico. 

Chorro de Quevedo  

Según los historiadores, el sitio que ocupa el Chorro de Quevedo era desde donde el zipa muisca observaba toda la sabana de Bogotá. 

En 1832 el lugar fue adquirido por el padre agustino Quevedo, quien instaló una fuente pública de agua. El chorro se mantuvo hasta 1896, después fue derrumbada al igual que algunas construcciones aledañas.  

En 1969 se reconstruyó la plazoleta basándose en algunas imágenes y maquetas antiguas y se instaló una pileta. Ese mismo año se construyó la Ermita de San Miguel del Príncipe a imagen de la antigua Capilla del Humilladero, que fue la primera iglesia que tuvo Bogotá. 

Hacia 1985 se restauró y se dotó de un muro con unos recuadros y unas figuras humanas al costado norte.  

Actualmente la plazoleta es frecuentada por turistas y se encuentra rodeada de cafés, restaurantes y tiendas de artesanías. 

Plaza de Bolívar 

Desde sus comienzos estaba rodeada de casas coloniales y era sede de mercado donde los campesinos traían a vender sus productos.  

Fue trazada por los primeros colonizadores españoles y poseía en el centro desde su fundación una columna en madera que cumplía la función de rollo o picota de castigos, la cual representaba el poder del rey de España. 

La picota presidió la plaza hasta 1583, cuando el oidor Alonso Pérez de Salazar solicitó su reemplazo por una pequeña fuente pública para abastecer de agua a la ciudad. 

El 20 de julio de 1846, se ubicó en el centro de la plaza de una estatua de bronce del general Simón Bolívar donada por José Ignacio París, quien encargó su diseño y fundición al escultor genovés Pietro Tenerani. 

Por ello la plaza fue bautizada con el nombre del Libertador, acto protocolizado con el Acuerdo municipal firmado el 20 de julio de 1847.  

En 1927 se instalaron cuatro pilas con fuentes de agua y se puso un pedestal más alto para la estatua de Bolívar en el centro de la plaza. Tiempo después se retiraron.  

La inauguración de la nueva Plaza de Bolívar (actual) se realizó el 16 de julio de 1961 por el presidente Alberto Lleras Camargo.