Médico experimentó con dióxido de cloro en pacientes con coronavirus en Bogotá
El tratamiento se habría usado pasando por encima de las advertencias sanitarias sobre los efectos adversos en el cuerpo humano.
En medio de la pandemia de COVID-19 que aqueja al mundo entero y que en Colombia ha cobrado la vida de 340 personas, Noticas Uno realizó una denuncia sobre tratamientos irregulares con dióxido de cloro, que se habrían aplicado a pacientes infectados en el Hospital San Carlos de Bogotá.
De acuerdo con la denuncia, el especialista Eduardo Insignares, de la Fundación Génesis, se registró como promotor de un ensayo clínico con dióxido de cloro en la página de patentes de Estados Unidos, y utilizó dicho tratamiento en pacientes que dieron positivo para coronavirus, pasando por encima de las advertencias sanitarias sobre los efectos adversos de esta sustancia en el cuerpo humano.
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El profesional de la salud explicó al informativo que el procedimiento consiste en “hacer la prueba rápida y si da positivo, se empieza con el tratamiento con el dióxido de cloro que está en la farmacia del hospital, luego se sigue en la casa”.
Insignares incluso aseguró que presentaría sus resultados en junio para proceder a suministrar el dióxido de cloro por vía inhalatoria e inyectable.
Ante esta alarmante denuncia, el Invima aseguró que el uso de esta sustancia podría causar efectos secundarios, tales como “insuficiencia respiratoria, cambios en la actividad eléctrica del corazón, baja presión sanguínea causada por deshidratación. Además de insuficiencia hepática aguda, recuento bajo de células sanguíneas, vómito y diarrea severa”.
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Por su parte, el Hospital San Carlos emitió un comunicado en el que aseguró que este especialista no tiene ningún tipo de vinculación con ellos, por lo que adelantarán una investigación interna.
El centro médico responsabilizó al doctor Yiovanny Andrade, médico contratista de cuidado paliativo, aunque afirmó que desconoce su relación con Insignares.
Sobre Andrade, el comunicado indicó que Andrade era médico contratista, es decir, que era consultado por los médicos tratantes y que accedía a los pacientes.
“Ya fue apartado de sus funciones y será investigado por el comité de ética”, dice el hospital en la misiva.
“De manera personal utilizó el producto como tratamiento debido a que él mismo fue paciente positivo para COVID-19. Por esta razón y de manera individual sugirió el tratamiento a tres pacientes, los cuales aceptaron de manera libre las recomendaciones que dicho profesional realizó en su momento y a su vez contó con el consentimiento de los mismos”, asegura el comunicado
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Sin embargo, el hospital San Carlos confirmó que hubo pacientes que sí recibieron la sustancia: “El doctor Andrade manifiesta que de manera personal utilizó el producto como tratamiento con tres pacientes que aceptaron de manera libre sus recomendaciones”.
Entre tanto, Eduardo Insignares, afirmó ante Noticias Uno que Leonel Vergel, director científico del establecimiento, dio su aval para que los pacientes accedieran al particular tratamiento y que entre Andrade y el propio Vergel determinaban quien era apto y quién no.
Cabe recordar, que en Estados Unidos el número de consultas por intoxicaciones con productos de limpieza y desinfectantes, en particular lejía y alcoholes en gel, aumentó un 20%, según informaron este lunes los Centros de Control de Enfermedades (CDC).
Los centros de control de intoxicaciones recibieron 45.550 llamados en el primer trimestre del año, contra los 37.822 recibidos en el mismo período de 2019.
El aumento está sin duda relacionado con la pandemia de COVID-19, indican los autores del informe, que no hacen referencia a fallecidos.
En detalle, hubo el doble de consultas por inhalación de productos desinfectantes, y cerca del 40% de ellas por casos de niños menores de cinco años.