Menos ruido y menos contaminación: así va el ambiente de Bogotá por cuarentena
Sin embargo, la calidad del aire se ha visto afectada por las partículas de incendios que vienen de otras regiones.
Según la Secretaría de Ambiente, en Bogotá también ha ocurrido lo mismo que en muchas ciudades del mundo en donde se evidencian los cambios positivos que ha traído la contingencia del Covid-19 para el ambiente.
Animales silvestres caminando por aceras y calles, recuperación de ecosistemas, cantar de aves que parecen sonar más fuerte, fuentes de agua, mejor calidad del aire y tranquilidad para la fauna son algunos cambios que se han notado.
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“La significativa disminución del tráfico vehicular y aéreo, la reducción de la actividad industrial y el trabajo desde la casa han generado un cambio en el ambiente de la ciudad. Bogotá está evitando diariamente la emisión de cerca de 12.000 toneladas de dióxido de carbono por la salida de circulación de la gran mayoría de la flota, lo que se convierte en un descenso transitorio, pero significativo, en la generación de gases efecto invernadero”, manifestó la Secretaría de Ambiente.
Las emisiones por fuentes locales, vehículos particulares, motos e industrias también han disminuido considerablemente.
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"Hoy la calidad del aire es buena, pero en días pasados se ha visto afectada por el arrastre de material particulado (PM) producto de los incendios forestales, quemas agrícolas en varias regiones del país y el arrastre de los vientos", dijo la entidad.
Otro de los factores positivos del aislamiento ha sido el mejoramiento del paisaje sonoro de la ciudad. Los datos arrojados por la Red de Monitoreo de Ruido Ambiental de Bogotá han mostrado una disminución de 5 y 10 decibeles en horarios diurnos, mientras que en el período nocturno la reducción está entre los 10 y 15.
En los sectores como la Zona Rosa, Universitaria, Restrepo, Calle 116 y Modelia, entre otros, asociados a la rumba y el esparcimiento, el descenso ha sido de hasta 20 decibeles entre las 9:00 p.m. y las 7:00 a.m., los viernes y sábados, días en los que se presenta una mayor actividad.
“Es el momento para hacer un alto en el camino y pensar: ¿seguiremos generando un impacto negativo e insostenible con nuestros ecosistemas? esta es una buena oportunidad para entender que debemos cambiar nuestros hábitos para mitigar el cambio climático, nos debemos unir y trabajar en torno a un nuevo contrato social y ambiental que nos lleve a alcanzar la sostenibilidad para Bogotá”, dijo la Secretaría.