Transmilenio por la Séptima desata polémica

El proyecto de TransMilenio por la carrera Séptima es un hecho. Con la aprobación de la interventoría de los estudios y diseños finales para su ejecución, pronto arrancará la transformación de esta importante vía, que moviliza a cerca de 3 millones de personas.

La directora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), Yaneth Mantilla, aseguró que esta obra es viable, pues está financiada en su totalidad. “Fueron aprobados los 14 componentes que conforman la actualización de estudios y diseños de la nueva Carrera Séptima. Iniciaremos la estructuración de la licitación para la obra, la cual será adjudicada en el último trimestre de este año”, afirmó la directora.

De acuerdo con el Distrito, entre los beneficios que trae este proyecto para la movilidad de la ciudad se destaca que la velocidad promedio de la Séptima aumentará tanto para el transporte público como para los carros particulares, de 15 a 23 kilómetros por hora.

Igualmente, se ordenará el tráfico en ese corredor al pasar de 110 paraderos del Sitp, y buses antiguos que paran en cualquier sitio, a 22 estaciones y rutas ordenadas. “Con este proyecto se beneficiarán más de 3 millones de personas que viven o transitan diariamente por la carrera Séptima. Una vez construyamos esta obra, los viajes de hasta 2 horas y media que deben hacer los bogotanos para atravesar la ciudad actualmente, se podrán hacer en tan solo 50 minutos. Además, estarán conectados con la carrera Décima, la calle 26, la Av. Caracas y la troncal de la Av. 68 que ya estamos diseñando”, indicó Mantilla.

La Nueva Séptima comprende un total de 20 kilómetros de longitud entre las calles 32 y 200, y estipula la reconstrucción total de 400 mil metros cuadrados de aceras y espacio público, una CicloRuta de 11 kilómetros entre las calles 100 y 200, 4 puentes vehiculares, 3 puentes peatonales, 3 pasos a desnivel, y 22 estaciones del sistema TransMilenio.

Miguel Uribe, secretario de gobierno del Distrito, entregó en LA FM más detalles de la obra y señaló que los bienes de interés cultural, aquellos que le han dado una identidad a la Carrera Séptima, no serán tocados. También, que habrá un 20 por ciento más de árboles de aquellos que hay, una vez finalizada la obra.