Campesinos de Fómeque, Cundinamarca, le apuestan al abono orgánico
Cáscaras de frutas o verduras son algunos de los insumos con los que esta comunidad le apuesta a cuidar el medioambiente.
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Habitantes de Fómeque, Cundinamarca, emprendieron una iniciativa transformadora en el departamento que busca contribuir a proteger el medioambiente y a sacar el máximo provecho a los residuos orgánicos para mejorar sus técnicas de cultivo.
Se trata de la Asociación de Productores Campesinos de Fómeque (Asprocaf), dirigida por su presidenta, Hilda Aurora Guevara Ávila, quien lidera este proyecto con el que logran transformar cerca de 20 toneladas de residuos orgánicos al mes.
Tal éxito ha tenido esta iniciativa que este abono fue registrado por el ICA y respaldado por la Corporación Autónoma Regional de Guavio (CorpoGuavio), permitiendo que Asprocaf se convierta en un referente en la producción de abono a nivel local.
"Con la ayuda del municipio y otros aliados, conseguimos el comodato de las instalaciones y logramos desarrollar el proceso de producción de abono orgánico a gran escala. Reciclamos entre 20 y 25 toneladas de residuos cada mes, lo que nos permite ofrecer un producto final de calidad que estamos vendiendo con nuestra propia marca registrada”, señaló Hilda Aurora Guevara, presidenta de Asprocaf.
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Sobre este novedoso emprendimiento, el alcalde de Fómeque, Eduard Esneider Acosta, dijo que: "este tipo de proyectos no sólo beneficia a la comunidad agrícola, sino que también contribuye significativamente a la reducción de residuos y la promoción de prácticas más responsables con el medio ambiente".
A diferencia de otras iniciativas de reciclaje que existen en la región, Asprocaf se destaca por su capacidad de manejar grandes volúmenes de residuos, garantizando la calidad y el control del proceso. Actualmente, el abono que producen se empaca en sacos de 25 kilos, que están disponibles para agricultores locales que buscan un fertilizante natural y ecológico para sus cultivos, ya que no es tóxico ni tiene efectos nocivos para la salud al ser elaborado con productos orgánicos.
Según los campesinos, este producto ha abierto puertas a otros municipios que buscan replicar este exitoso modelo de reciclaje y producción de abono. "Este modelo está siendo observado por otras poblaciones cercanas, como La Calera, quienes están interesados en llevar esta experiencia a sus comunidades", agregó Guevara.
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Uno de los elementos más distintivos es su enfoque social. La asociación emplea a personas de escasos recursos, incluyendo jóvenes, madres cabeza de familia y trabajadores temporales, brindándoles una oportunidad de empleo digno. Esta colaboración ha sido clave para el éxito del proyecto y la transformación de la comunidad de Fómeque en un modelo de desarrollo sostenible.
El proyecto también se distingue por su capacidad de innovación y trabajo colaborativo, lo que ha llevado a que la alcaldía y CorpoGuavio respalden fuertemente las iniciativas de Asprocaf. "Gracias a la alcaldía y a las diversas entidades que nos han apoyado, hemos logrado este gran avance", destacó Guevara.
Con este modelo de economía circular, Asprocaf no solo contribuye al cuidado del medio ambiente, sino que también promueve el desarrollo rural sostenible en Fómeque y sus alrededores, convirtiéndose en un referente para otros municipios de Cundinamarca.