Caso de taxista que mata a presunto fletero, ¿justicia por mano propia o legítima defensa?
Un taxista sacó su armó y mató a un supuesto fletero, un hecho que abrió el debate.
En Colombia, no son extraños los casos en los que la ciudadanía -a causa de la inseguridad- reacciona a esta difícil situación. Prueba reciente de esto fue el caso que sucedió en Itagüí (Antioquia) donde un taxista le disparó a un presunto ladrón con su arma de fuego.
Y es que luego de una larga persecución, el taxista alcanza al presunto delincuente y le dispara en varias ocasiones.
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En estos casos, el panorama en muy confuso puesto que la justicia por mano propia o la legítima defensa son dos posibles escenarios, donde uno puede meter a las personas en un proceso legal y el otro no.
En el Código Penal Colombiano está estipulado que la legítima defensa es una causal para la ausencia de la responsabilidad penal siempre y cuando se cumplan unos requisitos. El primero y más importante es la necesidad de defensa de un derecho propio o ajeno contra la injusta agresión la cual puede ser actual o inminente, siempre y cuando la defensa sea proporcional.
Por otro lado, la justicia por mano propia puede acarrear problemas legales ya que en la mayoría de los casos se estaría rompiendo la ley, generalmente los linchamientos y acciones similares no cumplen con los requisitos de la legítima defensa y por consiguiente se estaría perdiendo el amparo de dicha ley.
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En casos como el del taxi se requiere una investigación por parte de la Fiscalía para determinar si fue o no víctima del ladrón y adicionalmente si actuó con legalidad o no.
Por último, existen casos donde las autoridades han dictado que se actuó en legítima defensa. Un ejemplo de esto es el caso de un escolta en la Autopista Norte de Bogotá que al percatarse que dos ladrones intentaban asaltar un vehículo y le apuntan a la víctima con un arma de fuego, reacciona socorriendo a los otros ciudadanos. Uno de los asaltantes murió, pero el caso fue archivado por actuar en legítima defensa.