El difícil recorrido de los venezolanos que llegan a Colombia
Soportar largas horas caminando, buscar ayuda y trabajo son las mayores dificultades.
El drama de los cientos de venezolanos que a diario llegan a Colombia parece no tener fin; desde transporte ilegal para movilizarse entre las ciudades del país, hasta pedir ayuda en las calles, hacen parte de las situaciones que a diario enfrentan quienes buscan un futuro diferente en Colombia.
El transporte ilegal es protagonista en el departamento de Santander, los venezolanos que caminan diariamente por la vía Bucaramanga - Cúcuta, se encuentran con personas que les ofrecen transporte a diferentes lugares del país a cambio de un precio muy elevado.
Una de las propuestas que les hacen los conductores de transporte ilegal, es llevar un grupo de 20 personas por 100 mil pesos y si llevan niños son 150 mil pesos.
“Cuando vamos caminando desde Venezuela, (hay) personas (que) se nos acercan y nos dicen que si somos un grupo alrededor de 20 personas nos cobran un precio económico. Entonces muchas personas reunimos pimpotes (tarros) los que podamos los vendemos y reunimos el dinero para poder transportarlos", aseguró uno de los venezolanos.
Sin embargo, los conductores que les ofrecen precios económicos para movilizar a los venezolanos, manifiestan que realizan estas rutas por lugares donde las autoridades no ejercen los controles de verificación de documentación.
“Muchos transportadores nos dicen que si nos vamos con ellos, nos pasan por vías donde no está la Policía y que sería de muy mala suerte si los llegan a parar”, agregó el ciudadano.
Incluso, aseguró que "en la vía a Cúcuta se movilizan especialmente camiones, que son los que más nos ofrecen llevarnos en la parte de atrás y muchas de las personas, ante la necesidad de llegar a la frontera con Ecuador accedemos a ese tipo de ofertas”.
Ante la falta de oportunidades en Venezuela, los ciudadanos salen de su país, caminan largos trayectos y ceden a este tipo de ofertas de transporte para buscar refugio en diferentes regiones de Colombia.
Los caminantes del Alto de La Línea
Un grupo de venezolanos residentes en Armenia (Quindío) se encuentran recibiendo y entregando refrigerios, frutas, zapatos, ropa en buen estado y otros elementos para entregarlos a los ciudadanos de su país que diariamente transitan la vía La Línea rumbo a Cali y así encontrar su destino final, Ecuador.
Yuliana Josefina Calderón, proveniente del estado de Anzoátegui en Venezuela y residente en Armenia hace cinco años, es una de las líderes de la iniciativa que fue convocada por redes sociales en solidaridad con el pueblo venezolano.
“Estamos conformando un equipo para ir a Calarcá (Quindío) y prestarle un apoyo a nuestros paisanos venezolanos que vienen caminando desde Cúcuta, les llevamos café, agua y gaseosa para que puedan descansar un rato y seguir su camino”, dijo Calderón.
“La situación en Venezuela es muy difícil y muchos venezolanos están saliendo de cualquier manera a buscar otras opciones de vida y lograr un futuro mejor”, agregó.
El acto de solidaridad busca respaldar a los caminantes que durante su recorrido resisten las inclemencias del clima, el hambre y el riesgo de los vehículos a su paso.
Los elementos fueron recolectados a las afueras de las instalaciones de Migración Colombia en Armenia y luego trasladados al municipio de Calarcá, donde llegan los viajeros después de cruzar Ibagué y la vía La Línea.
Según Jaqueline León de Valencia, natal del estado de Carabobo en Venezuela y residente en Armenia, este tipo de acciones se convierten en una ayuda de gran valor, ya que la situación no es igual para todos.
Una venezolana que recibió las ayudas del grupo y que ha viajado con su esposo e hijo por los diferentes corredores viales del país dijo: "venimos caminando desde Bogotá porque no teníamos plata para pagar pasaje hasta Cali, llegamos hasta Cajamarca y personas de buen corazón nos bajaron hasta Calarcá porque esa vía es muy fría y peligrosa”.
Desde la Personería de Armenia se afirmó que todavía es precaria la situación que están atravesando muchos de venezolanos que llegan al Quindío.
La personera municipal, Juliana Victoria Ríos, expresó que las oportunidades de empleo son mínimas para estas personas, ya que no cuentan con la documentación necesaria para emplearse formalmente, además las condiciones de salud son muy preocupantes debido a que muchos requieren tratamientos de alto costo.
Buscando una oportunidad en Ecuador
La situación en la frontera colombo-ecuatoriana no es diferente, pese a que el número de venezolanos tratando de ingresar al país es menor que en Colombia, cada día incrementa el número de extranjeros en la región.
“Tenemos un registro de entre 2.500 a 3.000 emigrantes en nuestro territorio nacional, especialmente en Ipiales”, indicó Ricardo Romero, alcalde de este municipio en Nariño.
De acuerdo con las autoridades migratorias colombianas, la ciudad fronteriza se ha convertido en uno de los lugares con mayor cantidad de venezolanos migrantes, tanto en el puente de Rumichaca, para cruzar la frontera hacia Ecuador, como los que se quedan en Ipiales.
Romero hizo referencia a los planes de acción para poder atender la cantidad de personas que llegan, dando un cálculo aproximado entre 2.500 y tres mil personas en esas condiciones.
“Tenemos que decirlo con franqueza y es que no estamos preparados para esta situación, sin embargo, hay que resaltar la ventaja de una reacción temprana que ha implementado el nuevo gobierno frente a este tipo de escenarios”, señaló.
Finalmente, Romero aseguró que se atenderán también temas de salubridad, movilidad y seguridad para aquellos que deseen seguir su recorrido hacia el sur del país, todo con el firme propósito de evitar situaciones adversas que conlleven a hechos graves que alteren el orden público.