ELN dice que el secuestro del padre de Luis Díaz se dio con el fin de buscar recursos económicos

El secuestro del padre del futbolista Luis Díaz ha generado rechazo y reproche por varios sectores, entre ellos el del cardenal Luis José Rueda Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal, quien aseguró que la Iglesia está conmovida y preocupada por la situación.

Sin embargo, Antonio García, líder del ELN, aseguró que el grupo armado ilegal habría secuestrado al señor Luis Manuel Díaz con el fin de buscar recursos económicos y que no sabían el parentesco con el jugador guajiro. 

"Lo hemos planteado en la Mesa y la comunidad internacional lo sabe. Sin respuesta los frentes del ELN se ven obligados a realizar acciones para financiarse. Al mismo Presidente se lo dije en Cuba, que eso era un riesgo y debía buscarse una solución. Asunto que sigue vigente para encontrar una solución en la mesa, no puede seguirse esquivando", explican en el pronunciamiento. 

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Además, el grupo armado ilegal aseguró que las acciones por razones económicas no son violatorias al cese el fuego ni a los protocolos.

Lo anterior es cuestionable, entidades y organismo han sido enfáticos en que el secuestro es una grave violación del Derecho Internacional Humanitario. 

Por su parte, la Defensoría del Pueblo, afirmó que liberar al padre de Lucho Díaz es un gesto de paz.

"Reiteramos el llamado a los captores del padre de nuestro querido futbolista ‘Lucho’ Díaz', respeten su integridad y vida. También les hacemos otro llamado: pónganse en contacto con nuestros equipos de defensores regionales para encontrar una ruta que permita su pronta liberación, sano y salvo”, indicó el defensor del Pueblo, Carlos Camargo.

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En el caso de monseñor Rueda, el prelado aseguró que los secuestros son acciones alejadas a la paz.

"Pone en riesgo la credibilidad de grupos que han manifestado que quieren reconciliarse, que quieren encontrar caminos de paz y que siguen dando signos de violencia, de guerra, de irrespeto a libertad de las personas humanas”, expresó el cardenal y presidente de la Conferencia Epíscopal.