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La fuerza bananera que impulsa el desarrollo económico y la sostenibilidad en el Urabá

Con tierras fértiles y una ubicación estratégica, el sector agroindustrial bananero se ha convertido en el motor económico de la zona.

Publicado:
Actualizado:
Jueves, Marzo 27, 2025 - 16:39
Zona de Urabá
Asociación de Bananeros de Colombia Augura

El Urabá antioqueño es una región de contrastes y oportunidades, donde la riqueza natural, la diversidad cultural y el espíritu resiliente de sus habitantes han forjado un modelo de desarrollo único. Con tierras fértiles y una ubicación estratégica, el sector agroindustrial bananero se ha convertido en el motor económico de la zona, aportando el 1.5% del PIB agrícola nacional y beneficiando a más de 200.000 familias. 

Según el informe subregional del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial del Gobierno Nacional, este sector primario representa el 36% del total de ingresos de la región, con la agroindustria como uno de sus principales pilares. Este aporte no solo evidencia su relevancia en la economía local, sino también su impacto en el desarrollo de las comunidades, la generación de oportunidades y la promoción de un crecimiento sostenible en el territorio. Dentro de este panorama, la industria bananera ha jugado un papel protagónico, impulsando el crecimiento regional, la generación de empleo y la modernización de la infraestructura. Esta actividad económica ha evolucionado a lo largo del tiempo, fortaleciendo la economía local y dejando una huella significativa en el tejido social y ambiental del Urabá. 

A partir de la década de los 60, la llegada de multinacionales extranjeras a Colombia impulsó el cultivo de banano en un territorio que presentaba desafíos significativos. La infraestructura era escasa y las condiciones sociales y económicas eran complejas, lo que dificultaba el desarrollo de una industria bananera que prometía ser exitosa. Ante estas circunstancias, los productores locales buscaron oportunidades en el sector y gracias a su espíritu emprendedor lograron la creación de organizaciones clave como la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura), que se convertiría en un actor fundamental. Además, surgieron empresas como Uniban, Banacol y Proban, que desempeñaron un papel pionero en la exportación de banano desde Colombia hacia mercados internacionales. Estas empresas, junto con Augura, sentaron las bases para el desarrollo y crecimiento de la industria bananera colombiana, a pesar de los desafíos iniciales. 

A medida que el sector se desarrollaba y atraía a miles de trabajadores de otras partes del país, la paz de la región se vio afectada por el surgimiento de grupos armados ilegales que buscaban controlar la zona. Esto desencadenó una guerra entre guerrillas, cuyas víctimas fueron familias enteras, campesinos, productores y empresarios bananeros. Aún así, lograron superar estas adversidades y continuaron trabajando con esfuerzo y resiliencia, luchando por el progreso del sector y de la región. 

Urabá
Asociación de Bananeros de Colombia Augura

Este esfuerzo colectivo del gremio bananero ha fortalecido el tejido social y económico, generando alrededor de 30.000 empleos directos y más de 90.000 indirectos. El salario del sector bananero es 1.8 veces mayor que el salario mínimo legal vigente (SMMLV) y es uno de los más altos de la agroindustria, ofrece a sus empleados prestaciones extralegales y contratos formales, lo que mejora su calidad de vida y garantiza sus derechos fundamentales como la pensión. Desde sus Fundaciones Sociales, invierten en proyectos de vivienda permitiendo la construcción de más de 25.000 hogares, han hecho aportes significativos para el mejoramiento de la educación a través de iniciativas como el programa de alfabetización de Augura y han otorgado un sólido apoyo a la salud y a la nutrición de los trabajadores y sus familias. Además, la industria ha impulsado en gran medida el deporte a través de eventos como los Juegos Bananeros, que han dado origen a numerosos talentos deportivos como Caterine Ibarguen, Yuberjen Martínez, Nelson Palacios, Ceiber Ávila, Francisco Mosquera, Mari Leivis Sánchez, entre otros; quienes hoy llevan el nombre de Urabá al escenario nacional e internacional. Razón por la cual, la línea de indicadores sociales en temas de vivienda, salud y educación es la más alta del país, lo cual ha hecho que este sector se posicione como uno de los pilares de desarrollo económico más importante de la región. 

El compromiso del sector bananero con el medio ambiente se ha evidenciado a través de una serie de acciones e inversiones destinadas a hacer que sus procesos productivos sean más sostenibles. Un ejemplo palpable de este compromiso se basa en el enfoque integral que busca un impacto social, ambiental y económico por medio de la ejecución de planes y estrategias robustas de sostenibilidad para el crecimiento de los negocios a largo plazo, además de la implementación de acciones y buenas prácticas para proteger los recursos naturales haciendo uso responsable de los mismos, siempre de la mano de los grupos de interés en los territorios donde operan. Este enfoque no solo busca un mejor aprovechamiento de los recursos naturales, sino también la preservación del entorno y la armonía de la industria con la naturaleza. Además, el sector bananero también ha implementado prácticas sostenibles en sus procesos productivos, como el uso responsable del agua y la energía, la gestión adecuada de residuos y la protección de la biodiversidad en las zonas de cultivo. Estas acciones demuestran que la industria bananera también está comprometida con el cuidado del medio ambiente y el desarrollo de la región. 

Urabá
Asociación de Bananeros de Colombia Augura

Es evidente que este es un sector resiliente que tuvo que enfrentar desafíos históricos, incluyendo conflictos armados y tensiones sociales. Su esfuerzo ha impulsado un modelo de desarrollo que integra crecimiento económico, bienestar social, innovación, dinamismo y compromiso ambiental. Los productores y comercializadores han mostrado una fortaleza ejemplar, saben transformar las adversidades en oportunidades, convirtiendo al Urabá en una de las regiones más productivas de Colombia. Esta zona no es solo la cuna de un banano de calidad, sino también es el testimonio vivo de una comunidad que, a pesar de las adversidades, ha sabido avanzar con determinación hacia un futuro próspero y sostenible.