Niños en Quindío trepan árboles para poder tomar clases
Estudiantes de varias veredas se las ingenian para alcanzar internet y recibir las tareas enviadas de manera digital.
Varios estudiantes de la zona veredal del municipio de Quimbaya, Quindío, tienen que recurrir a distintas hazañas para poder asistir a sus clases virtuales, muchos deben trabajar para poder hacer recargas de internet y otros deben subirse en la copa de los árboles para obtener señal.
El profesor José Noé Sánchez, de la Institución Educativa Rural Ramón Messa Londoño de Quimbaya, se las ha ingeniado para llevar conectividad a los niños de estas veredas durante la pandemia.
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“En este tiempo ha sido un desafío poder continuar con las clases y la educación rural debido a la falta de conectividad y la falta de recursos de los estudiantes que no pueden hacer con facilidad las llamadas por aplicaciones como Zoom o Meet por que el internet no les da y más cuando les toca a través de recargas”.
“He puesto mi corazón en este proyecto y aprovecho mis conocimientos como ingeniero electrónico para poner a disposición el internet de su propia casa y llevarlo a diferentes lugares, todo con el fin de dar clases en tiempos de coronavirus”, dijo el profesor.
“Entre los muchos retos de los estudiantes de zona rural está el de treparse a los árboles para poder alcanzar el internet que el profesor les presta, y por la topografía del lugar lograr alcanzar mayor señal para hacer tutoriales o descargar archivo de WhatsApp”.
“Es el caso de cuatro hermanos de apellido Mosquera de la Finca La Gaviota en la vereda Pueblo Rico de Quimbaya, quienes ven clases a pesar de los riesgos”, puntualizó el profesor.
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“Uno llega a la finca de ellos y tiene que ubicarse justo en un solo lugar para poder recibir señal”.
Para Katherine Munera una joven estudiante de la zona “hay muchos compañeritos que cortan pasto, trabajan en la recolección de café y otras cosas para pagar la recarga de internet y poder conectarse a sus clases”.
Katherine añadió que el acceso a internet y las clases virtuales son la única forma de salir de los encierros en los que los tiene la pandemia.
“Las clases virtuales no son tan fáciles porque no es igual tener el profesor al frente explicando. Por eso el maestro nos puso el internet de él para que los papás no hagan tantas recargas y nos quedemos en la casa juiciosos”.
Según el docente, la pandemia ha hecho que sea un reto dar clases virtuales y más si se trata del campo colombiano.
Expresó que tiene un avance del 60% en sus clases y que a partir de esta experiencia ha creado un proyecto denominado “Proser – Proyecto de Escuelas Rurales”, que busca llevar acceso de internet a las zonas más apartadas.