Reapertura del turismo tiene en alerta a indígenas de la Sierra Nevada
Los kankuamos han instalado varios puestos de control para evitar que ingresen a sus dominios personas que puedan tener la COVID-19.
En las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, entre los municipios de Valledupar y Pueblo bello, se ha hecho notoria la preocupación de las comunidades indígenas que habitan en ese sector.
“Ya son más de 300 casos que tenemos, solo en el pueblo kankuamo, eso es el registro que tenemos, y somos un pueblo que no está preparado para vivir este tipo de pandemias, tenemos gran parte de nuestra población con enfermedades como desnutrición y un crisis social ya conocida”, advirtió Jaime Aria, del Cabildo Gobernador del pueblo kankuamo.
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Y es que según describe el gobernador indígena, esa preocupación es notoria en las comunidades kankuamas, uno de los cuatro pueblos ancestrales de la Sierra Nevada de Santa Marta y quienes han luchado para evitar que la COVID-19 llegue a sus dominios.
“Tenemos al menos diez puestos de control que sirven para evitar que personas que no pertenezcan a nuestra etnia, entren en nuestros territorios, es la única forma que hemos tenido ante el olvido de las administraciones locales y ante el riesgo que vivimos", sostuvo.
Sumado a ello, el Cabildo Gobernador del pueblo kamkuamo, asegura que por estos días su preocupación es mayor, ya que se habla de una apertura del turismo en esa región.
“Nuestro grupo indígena, junto a la comunidad arhuaca, en poblaciones como Atanquez, Chemesquemena, Caracolí y el mismo Nabusimake, son los que tienen mayor contacto con esos turistas, por esa razón somos los que estaremos en mayor riesgo”, explicó el Cabildo.
Pero ahí no termina el problema, ya que esta preocupación se hace aun mayor, teniendo en cuenta el sistema de salud que atiende a estas comunidades.
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“No siempre es fácil acceder a estos territorios y no siempre se cuenta con un centro de salud cercano al lugar donde están nuestros miembros”, explicó Arias.
Pero este problema no solo preocupa a las autoridades del pueblo kankuamno, los kogui, arhuacos y wiwas, que habitan en departamentos como Cesar, La Guajira y Magdalena, observan con preocupación una posible apertura del turismo en la Sierra Nevada, y aunque saben que es una actividad en la que basan en gran medida su economía, también tienen claro en que se trata de una enfermedad mortal y que su sistema de salud no es el mejor.
Por ahora, las comunidades ancestrales hacen un llamado a los gobiernos locales y a la Defensoría del Pueblo, para que eviten que por ahora el turismo regrese a la Sierra Nevada de Santa Marta.
“Es necesario que primero se pueda lograr una forma de controlar la enfermedad, o al menos de garantizarles que los servicios médicos podrán responder como corresponde ante un contagio masivo, en comunidades donde ya tienen problemas graves como la desnutrición infantil y de adultos mayores, junto a una crisis socioeconómica de larga data.