Red de trata de personas en Santander y Antioquia captaba mujeres para prostituirlas en China
La supuesta cabecilla de este grupo delincuencia es una mujer identificada como Daniela Botina Ocampo, alias "Barbie".
Las autoridades colombianas capturaron a siete personas y desarticularon una red internacional que, supuestamente, se dedicaba a la trata de mujeres para su explotación sexual en China, informó este martes la Fiscalía.
La operación que permitió las capturas fue realizada por la Policía y la Fiscalía en los departamentos de Cundinamarca, del que Bogotá es su capital; Santander, Valle del Cauca y Quindío.
Un comunicado de la Fiscalía detalló que la red ubicaba mujeres en Santander, Antioquia y otros lugares del país, algunas de ellas migrantes a las que les ofrecían "trabajos como modelos en el extranjero y, a través de diferentes maniobras ilícitas, las trasladaban a China donde, al parecer, eran obligadas a ejercer actividades de tipo sexual".
Entre los detenidos, está Daniela Botina Ocampo, alias "Barbie", supuestamente "la cabecilla y articuladora de todas las actividades en China".
La mujer llegó a Colombia a finales de 2019 para pasar las festividades de fin de año con su familia y tenía previsto regresar a China en enero, pero debido al cierre de fronteras en ese país por la pandemia del coronavirus tuvo que quedarse.
De acuerdo con la investigación, uno los miembros de la banda contactaba a las jóvenes en redes sociales y luego les hacía fotografías y las convencía de aceptar propuestas para "modelar prendas de vestir en China a cambio de millonarios dividendos".
Otras personas de la red conseguían visas y gestionaban todos los trámites para garantizar la salida de las mujeres del país.
"Las víctimas viajaban desde Bogotá a Madrid (España). Posteriormente, eran trasladadas a Ámsterdam (Holanda) y, desde allí, las enviaban hasta Beijing (China), donde eran recibidas y llevadas hasta un establecimiento nocturno en Cantón o Guangdong", detalló la Fiscalía.
Una vez en China, a las mujeres les quitaban sus pasaportes y les imponían una deuda 14.000 dólares, que debían cumplir mediante el pago de 600 dólares diarios en servicios sexuales".
Hasta el momento, la Fiscalía y la Policía han recibido formalmente dos denuncias de mujeres afectadas, pero tienen referenciados más de 30 casos, en los que se trabaja para ubicar a las víctimas.