¿Se debe dar licencia por duelo cuando se muere la mascota?
Habitualmente a empleados se les da licencia cuando muere un familiar.
¿Se está humanizando de manera exagerada a las mascotas que conviven en los hogares? ¿O es realmente importante en la vida cotidiana esa conexión emocional con los seres que habitan más de la mitad de las viviendas en el mundo?
Ese es el dilema al que se enfrentan psicólogos y expertos en el mundo, que analizan hasta qué punto una mascota debe ser considerada parte esencial del hogar y de la familia.
El tema volvió al debate público por la historia de Katie Adkins, una ciudadana británica a quien en su empresa le concedieron una licencia por luto, tras la muerte de su perro Goliath con quien convivió por diez años.
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Kathie cuenta que Goliath estaba presente en todos los momentos especiales de su vida. Por eso, cuando su mascota murió ella sintió "haber perdido a su mejor amigo".
Le sorprendió que su jefe le permitiera tomar dos días libres para llorar a Goliath: "Estaba increíblemente agradecida. Mi jefe fue muy comprensiva”, dijo.
“Ella inmediatamente me dijo que no me preocupara por nada relacionado con el trabajo y que tomara todo el tiempo que necesitaba", contó Adkin a la BBC de Londres.
La mayoría de los jefes no son tan generosos a la hora de otorgar una licencia remunerada cuando la mascota muerte, como sí ocurre cuando es un familiar.
Sin embargo, aunque es un debate en el mundo, la historia de Katie Adkins es un ejemplo de la solidaridad de su empleador.
Ahora que las mascotas se han vuelto más populares en los hogares surge la pregunta ¿Deberían los empleados tener tiempo libre si su mascota muere?
En su publicación, la BBC consultó a Susan Stehlik, directora del programa de comunicaciones de gestión de la Universidad de Nueva York, y esta fue respuesta: "Mi reacción inmediata, desde la perspectiva de RR.HH., es no".
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Entonces, esto podría crear un estado emocional negativo para el empleado.
Según Cary Cooper, profesor de psicología organizacional de la Universidad de Manchester, "rechazar estas solicitudes puede crear trabajadores improductivos. Sin permiso adecuado para llorar, el cuerpo de un empleado desconsolado está allí, pero no entregan ningún valor agregado".
También ‘licencia de paternidad’
Al parecer la implementación de este fenómeno en las empresas puede ser un poco más complicada.
¿Cómo certifica una persona que tenía una mascota? ¿Debe entonces el veterinario emitir una certificación por la muerte de la mascota? ¿Está obligado el empleador en ser solidario con el dolor de su empleado?
Son interrogantes que hasta hoy, y pese a que en más de la mitad de los hogares del mundo hay una mascota, no se han podido responder. Son pocas las organizaciones que se toman el trabajo de analizar esta situación.
Por ejemplo, una compañía italiana le permitió a una mujer, el año pasado, tomar licencia cuando su perro se enfermó.
A los empleados de mParticle, una compañía de datos de Nueva York, se les ofrece "licencia por paternidad" durante dos semanas con pago de su salario a quienes adoptar un perro de rescate u obtienen una mascota exótica, como una iguana.
El tema sigue abierto y por ahora queda sujeto a la ‘buena voluntad’ de los empleadores. Entre otras razones, por falta de legislación que les conmine a entregar las licencias o los permisos cuando haya novedades con las mascotas en los hogares.