"Me sentí solo y vacío, pero aprendí a levantarme": Fredy Guarín

El exfutbolista colombiano Fredy Guarín compartió en La FM de RCN detalles sobre su lucha contra el alcoholismo, una etapa difícil que lo llevó a reflexionar profundamente sobre su vida. En su relato, Guarín destacó la importancia de aceptar el problema, rendirse ante él y apoyarse en la fe para avanzar hacia la sobriedad.

"Es un proceso que estoy viviendo día a día. No ha sido fácil, pero con mucho amor propio y principalmente con Dios, que me fortalece y guía, he logrado encontrar la manera de vivirlo. Lo fundamental fue rendirme con honestidad, aceptar la magnitud del problema y entender esta enfermedad. Eso me permitió trabajar en mí mismo, estar sobrio y motivarme para vivir mejor", expresó.

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Guarín explicó que la soledad fue uno de los momentos más duros en su camino hacia la recuperación. "El punto más importante fue cuando me sentí solo, cuando ya no estaba mi familia, mis amigos ni allegados. Ese vacío me hizo comprender la gravedad de mi situación".

El exfutbolista señaló que las adicciones no se desarrollan de un día para otro, sino que son el resultado de múltiples factores que se acumulan y detonan en comportamientos autodestructivos. "La adicción no es solo una droga o el alcohol; son situaciones que uno va cargando y callando, que luego explotan. En mi caso, eran muchas cosas acumuladas que se convirtieron en alcoholismo".

En cuanto a su recuperación, Guarín enfatizó que es un proceso de por vida. "Esto no se supera del todo, hay que aprender a vivir con ello. Aceptar que necesitas ayuda y encomendarte a Dios es el principio de esta experiencia. No se trata solo de dejar de consumir, sino de entender que cada día es una oportunidad para mejorar".

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El exjugador agradeció el apoyo de personas cercanas, como Juan Fernando Quintero, quien lo ayudó en momentos difíciles. "Juanfer fue muy especial. Aunque en su silencio, me estaba ayudando. Agradezco a los que estuvieron presentes cuando más lo necesité".

Fredy también resaltó la importancia de reconstruir vínculos familiares, especialmente con su hija. "Después de seis meses de sobriedad, volví a hablar con mi hija. Eso fue una señal de que este proceso funciona. Hoy tengo una relación más sana y amorosa con mis hijos y mi familia".

Finalmente, Guarín habló de su rutina de trabajo diario para mantenerse sobrio, apoyado en la Fundación y en su madrina Lily. "Trabajo todos los días en mi programa, lo veo como una escuela. Sé dónde puedo estar y con quién. Esto es un esfuerzo constante que me permite ser más consciente de los riesgos y seguir adelante".