La compra de vivienda de interés social cayó en 58% en primer trimestre del año
Según Camacol, esta reducción se pudo presentar por la inflación y las afectaciones al programa 'Mi Casa Ya'.
Según la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), los últimos doce meses, a marzo de 2022, se vendieron menos de 200.000 viviendas nuevas, que representaron una caída de 25,4 % frente al periodo precedente.
De estas, 142.950 fueron viviendas de interés social (VIS) que también disminuyeron 25,4%, en términos anuales.
El dato trimestral entregado por Camacol señala que para el caso específico de las viviendas VIS también se presentó una desaceleración: se comercializaron 21.728 unidades para una contracción de 58 % respecto al mismo periodo del 2022.
Igualmente, el comportamiento mensual registró una caída de 61%, pues se vendieron 5.806 VIS, lo que significa que está en el nivel de ventas del 2013.
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Según el presidente de Camacol, Guillermo Herrera, “la caída de la VIS no tiene precedentes con las crisis que ha enfrentado el país en la última década. De hecho, se está vendiendo menos que en la crisis subprime (-30 %) y del petróleo (-3 %); incluso, se están comercializando menos viviendas que en pandemia (-23,4 %), a lo que se suma una caída de las ventas en los mercados regionales. Si continúa esta dinámica, la proyección de la comercialización de VIS será menor a 100.000 frente a las 172.000 del 2022.
Aunque Herrera aplaude el anuncio del presidente Gustavo Petro, de adicionar un billón de pesos a los 1.2 billones que se ya tenían presupuestados para el programa, señala que de igual forma existirá una cola de beneficiarios que se represaron por la no asignación del subsidio el año pasado.
“Estamos viviendo una condición atípica, fuera del ciclo de la última década, que demanda continuar con las acciones del Gobierno y del sector privado para incentivar una nueva estrategia contracíclica que, al reactivar al sector, es determinante para el empleo”, señaló Herrera, quien reiteró que no es una respuesta normal del mercado; por eso, precisamente, celebró que el mismo Gobierno, a través del presidente y la ministra de Vivienda, vean al sector como uno de los tres pilares económicos para la reactivación.
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Frente a la posición de las constructoras, Herrera señala que hay que entender que estas hacen una inversión la cuál en la mayoría se basa de préstamos que se tienen que pagar a corto plazo, por lo que es importante cumplir con las fechas de establecidas en la promesa de compra-venta, entiende que la culpa no es del comprador ni del vendedor, pero estos también deben cumplir con unos compromisos adquiridos.
"Existe la necesidad de reconsiderar un régimen de transición efectivo para los cambios propuestos al programa, sin trámites adicionales, de forma simple y eficiente, para honrar la confianza y garantizarles el cierre financiero a los hogares, en particular, a aquellos con ingresos de dos salarios mínimos mensuales legales vigentes, SMMLV, (80% de los compradores con Mi Casa Ya). Y es que no se trata solo de 52.000 familias, sino de estar del lado de más hogares en los próximos tres años”, concluyó Herrera.