¿Cuáles son los cuidados que debemos tener con las mascotas mayores? Se lo contamos
Cuidados especiales para mascotas mayores: alimentación, adaptación del entorno compañía.
¿Sabías que las mascotas mayores necesitan cuidados especiales para mantenerse saludables y felices? Hoy le contaremos cómo cuidar a su mejor amigo en esta etapa de su vida.
Ajuste la alimentación de su mascota según su etapa de vida. Con la edad, sus necesidades cambian, por lo que conviene ofrecerle un alimento adecuado para su edad, fácil de digerir y con los nutrientes esenciales.
Lleve a su mascota al veterinario de forma regular. Las revisiones, al menos dos veces al año, permiten detectar a tiempo problemas como artritis, enfermedades dentales o insuficiencia renal.
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Adapte su entorno. Si tiene dificultades para moverse, puede colocar rampas o camas que faciliten su descanso y desplazamiento.
Mantenga una rutina de ejercicio moderado. Aunque ya no tenga la misma energía, paseos cortos o juegos tranquilos ayudan a conservar su actividad y bienestar.
Finalmente, bríndele atención y compañía. Con los años, algunas mascotas se vuelven más emocionales y su presencia es clave para su estabilidad.
Vacunas para perros
El esquema de vacunación en perros comienza alrededor de las seis semanas de vida con la administración de la vacuna contra el parvovirus y el moquillo, enfermedades altamente contagiosas y potencialmente mortales, especialmente en cachorros.
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A partir de las ocho semanas, se aplica la vacuna polivalente, que protege contra varias enfermedades, como la hepatitis infecciosa, la parainfluenza y la leptospirosis. Esta vacuna requiere refuerzos a los tres, cuatro y doce meses de edad para asegurar una protección efectiva.
A los cuatro meses se administra la primera dosis de la vacuna contra la rabia, enfermedad viral que afecta a animales y humanos y representa un riesgo significativo para la salud pública. Este refuerzo es obligatorio en muchos países por su importancia en la prevención de brotes. Posteriormente, debe aplicarse anualmente, aunque algunos protocolos permiten refuerzos cada tres años, según la legislación local y las recomendaciones veterinarias.