Dania Londoño, ¿Qué pasó con la colombiana que puso en jaque a servicio secreto de EE.UU.?
En medio de la cumbre de las Américas en Colombia, donde estuvo Barack Obama, ella protagonizó un duro escándalo con once agentes.
Fue a mediados de 2012 que Colombia fue el eje del continente por cuenta de la Cumbre de las Américas que se desarrolló en Cartagena (Bolívar) y que convocó hasta al entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
La presencia del recordado mandatario llevó a que el servicio secreto de los Estados Unidos hiciera presencia antes, durante y después de la Cumbre para mantener la seguridad del alto dignatario.
Por cuenta de su presencia en Cartagena, once agentes del servicio secreto fueron protagonistas de un escándalo de grandes proporciones.
Lo que se dijo en su momento fue que el servicio secreto contrató damas de compañía (prepagos) y las ingresó al hotel donde se estaban hospedando en medio de la cumbre.
Dania Londoño, la protagonista del novelón
Así fue entonces que el nombre de Dania Londoño Suárez se hizo famoso en Colombia, luego de la bulla que causó que un agente del servicio secreto solo le pagara 30 dólares y no los 800 dólares que habían pactado por sus servicios.
Como sucede habitualmente en estos casos, a un lado quedaron los resultados de la Cumbre y el mundo entero se volcó sobre la destitución de los agentes y la búsqueda de la misma Dania Londoño.
Posterior a este hecho, ella se convirtió en una de las mujeres más asediadas de Colombia al estar en entrevistas en varios países.
Su historia acabó convertida en un libro y al poco tiempo partió de Colombia buscando un nuevo rumbo para su vida y al considerar que tenía problemas de seguridad, luego de estar en el foco de todo el mundo.
Dania Londoño, ¿Qué pasó con su vida?
Posterior al escándalo con el servicio secreto, Dania Londoño Suárez se fue de Colombia. Partió buscando nuevos destinos y acabó con residencia en Dubái.
En ese país, Dania Londoño se casó y tuvo un hijo con su pareja. Además, se llevó a vivir a su lado al hijo que tenía en Colombia.
Su bebé “arabito” –como ella misma le dice– ya tiene 2 años y junto a su pareja tiene un hogar que ella misma califica de “divino”. Ya no trabaja y se dedica solamente a su hogar y a quienes ella llama los tres hombres de su casa.
No se arrepiente de nada de lo que sucedió y tampoco de la defensa que ella misma debió emprender tras el escándalo con el servicio secreto.